Una semana de experimentos y pruebas vivieron cerca de 300 chicos, de entre 10 y 16 años todas las provincias, al participar de una nueva edición de la Olimpíada Argentina de Ciencias Junior (OACJ) que se desarrolló en la UNCuyo. Los acompañaron 150 profesores que buscaban incentivar en ellos el amor por la ciencia.
La OACJ promueve la participación de docentes y estudiantes en una actividad científica extraescolar que, si bien tiene aspectos competitivos, no busca como fin la competencia. Es un programa que busca favorecer el desarrollo el pensamiento científico en jóvenes de hasta 16 años, ofrecer un espacio para que los estudiantes reconozcan y valoren sus capacidades, así como de intercambio entre docentes de innovaciones pedagógicas. Se intenta también despertar el interés de los chicos por los fenómenos que explican las Ciencias Naturales, promover vocaciones por las ciencias experimentales y la valoración del quehacer científico desde temprana edad, e incentivar a los docentes a una continua actualización en los contenidos, entre otros objetivos y propósitos.
En esta edición, resultaron ganadores del primer nivel los chicos de la Escuela Carmen Vera Arenas de la UNCuyo, Germán Badallo Randis y Marcos Espeche Villalón; los de la escuela cordobesa Nuestra Señora de Lourdes, Joaquín Rossi y Román Rossina; y la pareja formada por Matías Dunding y Antonella Flores de la escuela Nuestra Señora de Fátima de Buenos Aires.
En tanto que en segundo nivel, el primer premio fue para los estudiantes de Buenos Aires Alejo Navarro y Santiago Bugallo del Instituto San Andrés, y Joel Sobol Marc del ORT II sede Belgrano.
Los chicos recibieron sus premios de manos de Lilia Dubini, organizadora de las Olimpiadas; Manuel Tovar, decano de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales; Adriana García, secretaría Académica; Nora Marlia representante por la Dirección General de Escuelas; Vicente Capuano; y Alicia Hunter, coordinadora del programa Nacional de Olimpiadas del Ministerio de Educación de la Nación.
Antes de la premiación, las autoridades expresaron su satisfacción “ante la motivación y el entusiasmo de los niños, las niñas y los adolescentes por las ciencias exactas”. También destacaron “el ambiente de trabajo, amistad, esfuerzo y federalismo” que se vivió durante la semana, ya que había representantes de todas las jurisdicciones del país. Además, instaron a los estudiantes a seguir en este camino para ser los protagonistas de su vida y colaborar en el crecimiento del país.
Algo más sobre la OACJ. Cada estudiante debió poner en juego un conjunto de capacidades para resolver problemas científicos, tanto de índole teórico como experimental. En la práctica, la OACJ es más que un concurso y sirve para promocionar las ciencias y dotarlas de un contenido lúdico. Tiene libertad de participación, ya que es una actividad voluntaria; y una intención educativa y cultural, porque apoya los contenidos escolares en la educación, capacita a alumnos que manifiestan aptitudes relevantes y promueve el intercambio de experiencias entre profesores e investigadores.