Se trató de una secuencia didáctica que forma parte de un proyecto que se está aplicando en los dos sextos años de la Escuela Carmen Vera Arenas de la UNCuyo. Esta experiencia vivencial les permitió conocer y aprender la importancia de elaborar sus propios argumentos para debatir.
La argumentación forma parte de las diversas situaciones de comunicación cotidianas. Así lo entiende la profesora Susana Ortega de Hocevar, integrante de un equipo de investigación de la Facultad de Educación Elemental y Especial que postula que los chicos desarrollan muy tempranamente sus capacidades argumentativas cuando tienen que defender su punto de vista sobre un asunto de interés en una conversación.
En función de ello, esos investigadores llevan adelante el proyecto “Producción oral y escrita de discursos argumentativos en el segundo ciclo de la educación básica”, iniciativa que plantea que si la capacidad argumentativa -entendida como el dominio de la comprensión y la producción- constituye una habilidad básica del ser humano; forma parte de las conversaciones de la vida cotidiana; es indispensable para el desarrollo de un pensamiento autónomo, crítico y reflexivo, ¿por qué es tan difícil el logro de esta competencia por escrito en los estudiantes de los distintos niveles del sistema educativo?
Es por eso que se propuso investigar qué nivel de desarrollo de la competencia argumentativa oral y escrita poseen los chicos que cursan sexto año de la educación básica, como así también saber si mediante la aplicación de un modelo de enseñanza de la producción escrita es posible lograr que produzcan textos argumentativos.