Chicos de entre 10 y 16 años representaron a sus provincias en una nueva edición de la Olimpíada Argentina de Ciencias Junior que se concretó en el Hotel Savoia. Durante una semana en Mendoza las distintas delegaciones estudiantiles, acompañados por equipos de docentes –cerca de 400 personas- pusieron a prueba sus capacidades para resolver pruebas teóricas y experimentos científicos en Física, Química y Biología. Además se distendieron en actividades recreativas y los profesores se perfeccionaron con distintos talleres.
Como una propuesta extraescolar que desde el 2009 organiza la UNCuyo el certamen incentiva a los jóvenes y profesores a participar en una actividad pensada para promocionar las ciencias y dotarlas de un contenido lúdico, desde un enfoque educativo y cultural. Y si bien tiene aspectos competitivos, la iniciativa no busca como fin la competencia.
La Olimpíada Argentina de Ciencias Junior (OACJ) favorece el desarrollo del pensamiento científico, al despertar desde una edad temprana el interés por los fenómenos que explican las Ciencias Naturales y promover vocaciones por las Ciencias Experimentales. Es un espacio para que los estudiantes reconozcan y valoren sus capacidades, y para que los profesores e investigadores actualicen contenidos pedagógicos.
En la premiación a los jóvenes se los reconoció con Menciones de Honor, Tercer, Segundo y Primer Premio en los dos niveles.
En el nivel 1 resultaron ganadores Federico Castro y Alessio Vielmo, de la Escuela UEGP Nº 109 Dr. Carlos Primo López Piacentini, ambos de Chaco (con el mejor puntaje); Juan Ezequiel Hofkamp y Ana Laura Rodríguez Altamiranda, de la Escuela Cristiana Evangélica Mendoza, de Mendoza; y la pareja que integraron Tobías Michellod y Juan Bautista Dell Orto, del Instituto Marista Chajari “La Inmaculada” D-87, de Entre Rios.
En tanto que en el segundo nivel 2, el primer premio fue para los estudiantes de Buenos Aires Román Schiaffino -quien sobresalió en la prueba teórica- del Colegio Nacional Dr. Arturo U. Ilia; Douglas Lewis, del E.S.E.T.P, de Chubut; Lorenzo Cabrera Blanch, del Instituto Politécnico Superior “Gral. San Martín”, de Rosario; y Joaquín Calderón del Pozzo, del Colegio San Nicolás, de Mendoza. A su vez Schiaffino junto con Maite Sehandel realizaron la mejor prueba experimental.
Los jóvenes recibieron sus premios de manos de Lilia Dubini, organizadora de las Olimpiadas; Jorge Barón, vicerrector de la UNCuyo; Ana María Sisti, decana de la facultad de Educación; Dolores Lettelier, secretaria Académica de la Universidad; Florencia Tarabelli, responsable Académica de Ciencias Exactas y Naturales de esa Casa de Estudios; y Cristina Bustos, del Programa de Olimpíadas del Ministerio de Educación de la Nación, Cristina Bustos.
“Quiero agradecer a todos su participación y en especial a las autoridades de la UNCuyo que siempre nos apoyaron en el desarrollo de la actividad, y también al ministerio de Educación de la Nación", expresó Dubini antes de felicitar a los estudiantes por el esfuerzo realizado, ante un colmado salón del Hotel Savioa. A su vez agradeció a los docentes, porque sin ellos sostuvo no sería posible muchas de las cosas que se realizan, y porque siempre apuestan a la educación y al futuro del país y agregó: "Yo siempre digo: Las mentes brillantes no son la sabiduría sino la actitud y que siempre tienen un maestro y eso es lo que ocurre acá".
Por su parte, Ana María Sisti comentó que es un orgullo ver a tantos jóvenes dedicados a la ciencia con ganas de seguir aprendiendo y seguir creciendo en esta área, a la vez que destacó el empeño y las ganas de Lilia en toda la gestión para sacar adelante las Jornadas: “Sé que hay un equipo y vos sos un motor, y hay que seguir sumando acciones para que esto continúe".
En tanto que Florencia Tarabelli agradeció al equipo y fundamentalmente a los protagonistas que son los olímpicos. En ese contexto dijo que los chicos son los que hacen que el futuro sea esperanzador y que el presente sea un orgullo. Resaltó además el esfuerzo de los alumnos y se refirió a la realidad de países desarrollados con sociedades más justas que requieren que se produzca conocimiento científico, educación y que esté distribuida y democratizada en la sociedad. "Que esté puesta al servicio del bienestar social, en esto ustedes son un ejemplo”, subrayó.
Mientras que Dolores Lettelier se sumó a la gran celebración y explicó que es una emoción ver a tantos jóvenes motivados y tan comprometidos. Felicitó asimismo al equipo y a los maestros "porque son los que inspiran a los jóvenes a seguir, a cuestionarse, a preguntarse porqué las cosas son como son y cómo deberían ser".
También expresó algunas palabras Cristina Bustos, quien agradeció todo el esfuerzo que los chicos y los docentes hicieron hasta llegar a este día y recalcó: “Son creativos chicos, no se olviden, felicito además al equipo de la organización, son de primera". Y para cerrar su intervención la funcionaria agradeció a la Universidad su acompañamiento en la propuesta.
A continuación, y antes del acto de premiación, Barón recordó una anécdota de su vida, en una oportunidad que con sus padres viajó a Bariloche para conocer el Instituto Balseiro, porque desde joven le gustaba la ciencia. "Ahora, yo me pregunto, cuál es la motivación de los chicos para estudiar ciencia si todo está en internet", se expresó el Vicerrector durante un pasaje de su discurso en el encuentro.
Y en ese sentido resaltó que lo que no está allí es el razonamiento, el cuestionamiento, lo "que hace no sólo a la formación en ciencia sino también a la de las personas. Es la manera de razonar de una manera distinta, con un análisis crítico y de búsqueda de nuevas respuestas". Luego citó el frontispicio del lema de la Academia de Platón, la escuela filosófica fundada por el filósofo griego: “Quien no sepa geometría que no entre aquí”, quien consideraba que la geometría era esencial para entender la filosofía, para entender la vida. Ya en el cierre, la autoridad universitaria instó a los chicos a seguir con esa ambición de saber, de cuestionarse, de preguntarse y de crear.
Algo más sobre la OACJ. Cada estudiante debió poner en juego un conjunto de capacidades para resolver problemas científicos, tanto de índole teórico como experimental. Las olimpíadas tienen libertad de participación, ya que es una actividad voluntaria; y una intención educativa y cultural, porque apoya los contenidos escolares en la educación, capacita a alumnos que manifiestan aptitudes relevantes y promueve el intercambio de experiencias entre profesores e investigadores
Esta instancia nacional se realizó por primera vez en el 2009 en el Centro Recreo de la UNCuyo. Participaron 52 estudiantes de diferentes provincias argentinas y la subsidió el ministerio Educación de la Nación y esa Casa de Estudios.
La organización de la competencia en dos niveles se realiza desde el 2010. El nivel 1 comprende a estudiantes de entre 10 y 13 años de escuelas primarias del País, y el nivel 2 a chicos de 13 a 16 años de escuelas secundarias.