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Chile: los primeros días de Bachelet

El 11 de marzo será recordado por el pueblo de Chile como el día en que asumió su primera presidenta. ATPA se trasladó hasta la ceremonia de cambio de mando en Valparaíso y a Santiago, donde comenzaron las actividades de la flamante mandataria. Primera pregunta: ¿ALCA o integración regional?

16 de marzo de 2006, 16:56.

Para ATPA

Corresponsal en Chile

Romina Paula Scafati

romipauli@yahoo.com

Desde el pasado 10 de marzo Santiago de Chile amaneció con los preparativos para el cambio de mando en su gobierno. Carabineros de Chile dispuso un alto dispositivo de seguridad, varias arterias de la ciudad se cerraron ante la llegada de los treinta jefes de estado y de gobierno que asistieron a la cita.

Ese mismo día el presidente Ricardo Lagos Escobar se despidió de su pueblo en cadena nacional de radio y televisión pronunciando un positivo balance de sus seis años de gestión. Durante el mismo agradeció a su familia, sus colaboradores, los partidos políticos de la Concertación, los de oposición y, principalmente, a la ciudadanía. El mandatario saliente se mostró orgulloso de entregarle el mando a una mujer.

Al día siguiente en el salón de honor del Congreso Nacional en Valparaíso ante la presencia de más de 20 presidentes y jefes de Estado, representantes de más de cien países, las máximas autoridades civiles, religiosas y militares del país y el público en las tribunas, le brindaron una emotiva despedida a Ricardo Lagos y a todo su gabinete que abandonó bajo una ovación el recinto luego de despojarse de la banda presidencial.

El reciente titular del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle fue encargado de tomar juramento como nueva presidenta de Chile a la Dra. Michelle Bachelet Jeria (54), candidata de la concertación elegida durante las elecciones democráticas del 15 de enero pasado.

Minutos más tarde Bachelet toma juramento a los ministros que conforman su gabinete, 10 hombres y 10 mujeres. Acto seguido el titular del Senado levanta la sesión y la mandataria se retira despidiéndose de las autoridades extranjeras invitadas.

Luego de un almuerzo entre la Presidenta y las autoridades invitadas al cambio de mando, Bachelet se traslada a Santiago. En el camino desde Valparaíso a la capital trasandina el pueblo esperó su paso con banderas de Chile muy emocionado. Lo mismo sucedió en la alameda hasta el Palacio de la Moneda. Allí recibió por primera vez los honores como mandataria.

Para ese entonces la Plaza de la Constitución estaba colmada de miles de personas que gritaban “Bachelet, Bachelet” o entonaban el Himno nacional chileno. La presidenta salió al encuentro de su pueblo desde el balcón del Palacio agitando una bandera de Chile. Allí pronunció su primer discurso. Durante el mismo puso énfasis en la unidad nacional, en su preocupación por la diversidad, la participación y protección social. Además elogió a los ex presidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei y especialmente a Ricardo Lagos diciendo “es un gran presidente”.

También recordó a su padre asesinado por el régimen militar, el General Alberto Bachelet. "Un día 12 de marzo, hace 32 años, a los 50 años de edad, falleció mi padre, Alberto Bachelet Martínez. Mañana estaré junto a él, pero sé que él está aquí conmigo", manifestó.

La mandataria finaliza su primer día con una cena de gala en el centro Cultural de la Estación Mapocho. En su segundo día Bachelet tuvo una apretada agenda. A primera hora del día Bachelet sostuvo reuniones con gobernantes y autoridades extranjeras. Luego participó de la primera sesión de fotos oficial junto a su gabinete, la que se llevó a cabo en el Patio de los Naranjos del Palacio de La Moneda. Visitó la tumba de su padre. Ya cerca del medio día y tras recorrer las calles del centro de Santiago en un vehículo descubierto, la mandataria llegó a la Catedral Metropolitana donde participó en la ceremonia ecuménica. Almorzó en el Palacio de La Moneda a con personalidades del mundo político, artístico y cultural.

Al cierre de esta edición la Dra. Michelle Bachelet, desde la Plaza de la Constitución, cierra una fiesta ciudadana llamada “Canta América canta” donde se dirige a su pueblo que la aclama diciendo “hoy Chile es otro Chile. Así me gusta mi país con todas sus banderas, voces y todos los que se encuentran” aprovecha para volver a recordar a lagos como “un gran presidente” y pide aplausos por él.

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