Con acceso libre y gratuito el Instituto de la UNCuyo impulsará un coloquio de divulgación científica acerca de las ondas gravitacionales.
A cargo de la propuesta estará la licenciada en Física de la Universidad Nacional de Córdoba, Gabriela González quien charlará sobre la detección directa de las ondas gravitacionales en el 2015, algo que abrió una nueva era en la astronomía. La acompañará el físico Jorge Pullin, quien compartirá anécdotas históricas en torno al proyecto del Observatorio de Ondas Gravitatorias por Interferometría Láser, LIGO.
Gabriela González fue vocera del proyecto LIGO, y una de las integrantes del equipo que dio a conocer a nivel mundial en 2016 la primera detección directa de ese fenómeno, predicho por Albert Einstein un siglo antes.
Durante el encuentro -el viernes 1 de junio a partir de las 14.30, en el Salón de Actos del Instituto Balseiro, en el Centro Atómico Bariloche-, la científica describirá “los detalles de las observaciones, la increíble tecnología de los detectores que las hizo posible y las posibilidades de futuras observaciones”.
Profesora de Física y Astronomía en Louisiana State University, González fue destacada entre los 10 científicos más destacados del mundo por la revista Nature en 2016. Es uno de los miembros fundadores de la colaboración científica LIGO, y participó intensamente en el comisionamiento del detector y en su caracterización, calibración y análisis de datos que permitió la detección directa de ondas.
A continuación de la charla de la científica, su esposo y también físico, Jorge Pullin ofrecerá la propuesta “La telenovela de las ondas gravitacionales". Aquí contará anécdotas históricas, desde Einstein hasta los entretelones de la financiación de LIGO.
Del coloquio “Astronomía con ondas gravitacionales” podrá participar el público general, con acceso libre y gratuito.
Un hito científico
“El 14 de septiembre de 2015 los observatorios de LIGO en Hanford, Washington y Livingston, Louisiana, EE.UU., registraron por primera vez ondas gravitacionales producidas por la colisión de agujeros negros a más de mil millones de años luz de distancia. Este fue un hito en la historia de la ciencia, pero fue sólo el comienzo: desde entonces, otras señales de otros agujeros negros han sido detectadas”, expresó González. Este logro no sólo empujó la tecnología a sus extremos, sino que abrió una nueva ventana para entender el universo.
“En agosto de 2017, se observó en los detectores de LIGO y Virgo la colisión de dos estrellas de neutrones produciendo no sólo ondas gravitacionales sino también electromagnéticas, descubiertas por otros observatorios y telescopios”, agregó la científica cordobesa.
En física una onda gravitatoria es una perturbación del espacio-tiempo producida por un cuerpo masivo acelerado. La existencia de ese tipo de onda, que consiste en la propagación de una perturbación gravitatoria en el espacio-tiempo y que se transmite a la velocidad de la luz, fue predicha por Einstein en su teoría de la relatividad general.