El Consejo de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL), dedicado a promover y contribuir al desarrollo de diversas ciencias, de la vida y la tierra y sus aplicaciones para el bienestar y la integración regional, sumó nuevos miembros académicos. Fueron en total 24 profesionales, 10 de ellos son de Argentina, donde se ubica la profesora del Instituto Balseiro, Karen Hallberg.
El reconocimiento académico se debe a la coincidencia que existe entre el trabajo de los nuevos miembros con los fines propios de la Academia. Así lo destaca la carta que recibió la investigadora, desde la ACAL, que hace referencia a los motivos de la elección: “la actividad científica de alto nivel, los aportes para el progreso de la ciencia y la integración de América Latina y el Caribe, a través de la cooperación científica”.
Junto con la Hallberg fueron seleccionados por la Academia otros científicos cuyos nombres e instituciones se pueden consultar en: www.acal-scientia.org. En esa línea es importante mencionar que Carlos Balseiro, Rafael Calvo y Jorge Pullin, ambos egresados del Instituto Balseiro, ya son integrantes de la ACAL.
La científica
Karen Hallberg nació el 10 de mayo de 1964 en Rosario, Santa Fe, y creció en la provincia de Jujuy donde concretó su educación primaria y secundaria. Los primeros años de la carrera de física los cursó en la Universidad Nacional de Rosario, y luego se presentó al examen de ingreso del Instituto Balseiro de donde egresó con los títulos de Licenciada y Doctora en Física.
En los últimos años Hallberg ha recibido numerosas distinciones. En 2019 obtuvo el Premio L'Oreal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” por América Latina, por su aporte al desarrollo de técnicas computacionales para entender la física de la materia cuántica, citando que las aplicaciones creativas e innovadoras de estos métodos constituyen una contribución fundamental al entendimiento de sistemas nanoscópicos y de nuevos materiales.
Sobre este nuevo reconocimiento de la ACAL, la científica comentó: “Para mí es un honor haber sido nombrada como miembro de esta prestigiosa Academia Latinoamericana. Fue fundada por eminentes científicos latinoamericanos, a principios de los 80, como Carlos Chagas Filho y Andes Stoppani. Espero poder contribuir a sus objetivos que son el desarrollo de la ciencia para la integración humana, cultural y social en la región”.
“Es muy importante que se logren sinergias regionales en la investigación y el desarrollo científico-tecnológico para una mejor planificación y para hacer más eficiente el uso de los recursos humanos, de equipamiento y de fondos. Instituciones como esta Academia canalizan y promueven estas acciones”, concluyó Hallberg.
En la actualidad, además de dar clases como profesora adjunta en el Instituto Balseiro, es investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET, en el grupo de Teoría de la Materia Condensada, en la Gerencia de Física del Centro Atómico Bariloche, CNEA.
Su trabajo consiste en investigar las propiedades cuánticas de la materia. Junto con su equipo desarrolla métodos numéricos de avanzada basados en información cuántica para el cálculo de propiedades electrónicas y magnéticas de materiales novedosos complejos con posibles aplicaciones. Entre los mismos, investigan los materiales superconductores de alta temperatura crítica, magnéticos, ferroeléctricos y topológicos.
En otro orden explicó cómo vive y cómo desarrolla su trabajo en este momento de adaptación a la nueva emergencia mundial: “Esta pandemia es una situación que nunca nos imaginamos en lo personal, si bien ha habido advertencias a nivel internacional. Ahora tomamos conciencia de la pequeñez y fragilidad de nuestro mundo y que necesariamente debemos coordinar acciones entre todas las personas, las instituciones y los países. Estamos aprendiendo que, sobre todo, somos ciudadanos del mundo. A nivel personal estoy muy bien, por suerte estamos conectados al menos virtualmente con nuestros seres queridos y con el resto de mundo.
En cuanto a lo laboral aclaró: “Puedo trabajar muy bien desde casa con mis colaboradores y estudiantes que se mantienen estimulados. Si bien la interacción virtual no reemplaza la personal, estamos avanzando. Me resulta muy interesante ver cómo nos estamos organizando para asistir a charlas virtuales y a conferencias a nivel nacional e internacional. Si bien ya algo se hacía antes de la pandemia, es un avance que va a quedar para el futuro y nos va permitir estar mucho más conectados sin necesidad de viajar tanto y, así, cuidar el ambiente y aprovechar mejor el tiempo”.
Finalmente comentó que estos tiempos de aislamiento ofrecen la posibilidad de reflexionar, estudiar, profundizar, pensar y remarcó: “Nunca antes pude concentrarme tanto en un proyecto como en estos días. Además pude retomar mi pasión, que es tocar el violoncello”
Su mirada de la ciencia
Karen Hallberg se refirió a su carrera: “La física, como las otras ciencias naturales, te da una manera de pensar y de conocer el mundo que nos rodea. Siempre digo que estudiar una carrera científica te permite tener una visión aumentada de la realidad. En particular, la física abarca desde el estudio básico de, por ejemplo las fuerzas fundamentales de la naturaleza o el comportamiento cuántico de la materia, hasta aplicaciones prácticas y desarrollo tecnológico, y tiene solapamiento con otras disciplinas como la biología, la química, la computación, la astronomía, las ciencias de la tierra, las ingenierías, la economía, la matemática, etc. Sin ninguna duda estudiar una carrera científica es apasionante”, afirmó la investigadora.
Sobre la ACAL
Con el objetivo de contribuir al desarrollo de las ciencias matemáticas, físicas, químicas, de la vida y de la tierra y sus aplicaciones en beneficio del desarrollo y de la integración humana, cultural y social de la región, la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL) organiza diversas actividades.
Impulsa programas de cooperación que comprenden la divulgación de los eventos científicos regionales, la evaluación permanente del potencial de investigación de América Latina y el Caribe, el intercambio de investigadores, la transferencia de conocimientos y la formación de redes regionales de investigación.
Además de fomentar y realizar estudios de política científica y promueve el interés por la ciencia en los diferentes niveles educativos y entre toda la población.
Cada año, la ACAL elige nuevos miembros académicos, sin número fijo, que son investigadores reconocidos por sus contribuciones al conocimiento científico. Lo hace a través de un sistema de postulación y votación. En la actualidad, cuenta con más de 250 miembros de 17 países de la región. Ochenta, son de Argentina.
Los países con representantes son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.