“Estos cinco años de vida del ‘pibe’ IBAM –dijo cariñosamente el Rector- son resultado del esfuerzo y desarrollo institucional y es una satisfacción muy grande tener en el ámbito de la Universidad este equipo humano que trabaja por una asociatividad que nos enorgullece, y que de alguna manera muestra el camino hacia donde deberíamos marchar”.
Así celebraba el rector Daniel Pizzi un nuevo aniversario del Instituto de Biología Agrícola de Mendoza, institución dedicada a emprender proyectos y/o programas de investigación y desarrollo en temas de agricultura de regadío, para generar herramientas que mejoren la producción y reduzcan factores de impacto negativos sobre ellos y el entorno. Las líneas de trabajo del IBAM se enfocan en el estudio de aspectos ecofisiológicos, genéticos, bioquímicos y moleculares de las respuesta de vid y especies hortícolas de la región a factores tanto bióticos como abióticos adversos.
Los festejos por el quinto año de vida estuvieron marcados por la apertura e integración con la comunidad, mostrando el trabajo que realiza en el área de biología agrícola junto con organismos del sector público y privado.
Al inicio del acto se compartió un video institucional y actuó el Coro de Cámara de la UNCuyo que conduce Fernando Ballesteros –ausente en la ocasión por razones profesionales-. Las voces universitarias interpretaron “José de los ojos negros” e “Invocación al vino duende”.
En la jornada de puertas abierta del IBAM se expusieron pósters científicos y hubo conferencias de referentes de las instituciones que trabajan en forma mancomunada con el Instituto.
Desde su creación en 2009, el Instituto funciona en el predio de la facultad de Ciencias Agrarias y es de doble dependencia UNCuyo-Conicet. Así lo recordó su director, Rubén Bottini: “Su creación se formalizó el 30 de noviembre pero comenzó a funcionar mucho antes en base al esfuerzo de un grupo de gente”.
El directivo explicó que actualmente lo integran 20 investigadores -en breve se sumarán tres más, uno proveniente del exterior-, cuatro profesionales de apoyo a la investigación (tres de Conicet y uno de Agrarias), y 30 becarios Conicet (con becas cofinanciadas algunas por la Universidad y otras por el sector privado).
“La misión esencial del IBAM es generar conocimiento y formar recursos humanos en las áreas relacionadas con la agricultura de regadío, en estrecha relación con instituciones académicas y científicas en un abordaje interinstitucional e interdisciplinar” explicó Bottini. Y para enriquecer su labor se vincula con el sector productivo para que “el conocimiento que se genera no se quede sólo en lo que se publica, sino que se transfiera a los sectores de la producción” puntualizó.
El rector Pizzi también destacó la importancia del carácter asociativo del IBAM y lo vinculó con la política institucional de la Universidad. Recordó que uno de los objetivos del Plan Estratégico de la UNCuyo es poder contribuir al desarrollo integral de la comunidad y para lograrlo se intenta “recrear” la asociatividad entre CCT, Universidad y Gobierno de Mendoza. “Se está armado una mesa política que identifique áreas estratégicas de investigación para la Provincia, que impulsen proyectos asociativos dotados de mayores recursos económicos” aseguró.
Como parte de ese dinámica señaló que ya es momento (por la madurez institucional) de vincular a los tesistas de las carreras de posgrados con los proyectos de investigaciones, como respuesta a los procesos de internacionalización actuales. “Hay avidez y vocación de articular equipos de investigación de la UNCuyo, con un tramo para el sector político y privado” dijo Pizzi.
Al mismo tiempo reconoció muy poca capitalización para la asociatividad frente a las oportunidades a nivel internacional por falta de dominio del Inglés, pero aseguró que la UNCuyo trabaja en un proyecto que revertirá esta situación cuando se logre establecer el idioma Inglés como segunda lengua obligatoria.
Pensando en el déficit de la relación entre la academia y los sectores económicos, el ingeniero agrónomo dirigió sus palabras finales a los jóvenes. Les pidió “apuntar las investigaciones a resolver los problemas concretos de nuestra sociedad”, para construir valor a partir del conocimiento y la innovación. “Esta es la asociatividad que promovemos, porque somos parte de una ‘elite’ que tiene alguna capacidad para transformar la realidad que nos circunda” finalizó Pizzi.
Antes se escucharon las disertaciones de referentes que no pertenecen al IBAM sino a organismos con los que se trabaja de forma articulada. El primero fue Ricardo Miatello, de la facultad de Ciencias Médicas –en colaboración con Ciencias Agrarias- quien expuso sobre “Hortalizas, vino y salud de Mendoza, un ejemplo de colaboración”. Luego vino Belén Ureta de la Bodega Catena Zapata quien disertó sobre “Ciencia abierta, historia de sinergias entre industria y academia”. Cerró la jornada la conferencia sobre Ajo/INTA que brindó José Luis Burba titulada ¿Multi, inter, trans disciplina? Resultados de la integración interinstitucional.
En la celebración también estuvieron presentes el vicerrector de la UNCuyo Jorge Barón, la decana de Ciencias Agrarias, Concepción Arjona, el miembro del directorio del Conicet Carlos Van Gelderen, el gerente de Asuntos Legales del Conicet, Alan Temiño, el coordinador del Conicet Mendoza, Fabián Aleo, y la vicedirectora del IBAM, Fernanda Silva.
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