Qué hubiera pensado Mafalda? Su peor pesadilla hecha realidad, en envases de 4 litros y con todos los chiches: carne, arroz, arvejas, verduras varias, zanahoria, cebolla, puerro y papa. ¡Toda una supersopa! No, no están leyendo una receta de Ollas y Sartenes. La supersopa es un caldo concentrado y muy nutritivo, diseñado por investigadores y estudiantes de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Universidad de Quilmes, y es también el nombre del programa que desde fines de 2002 la hace llegar a la mayor cantidad posible de comedores populares, a precio de costo. Para eso se organizó un sistema de padrinazgo: el que quiere colaborar compra las latas y las dona a un comedor popular.
El proyecto nació al calor de la crisis y la posterior explosión de los movimientos sociales. Los profes aportan su conocimiento, y los estudiantes tienen allí la posibilidad de obtener su primera experiencia laboral.
Daniela Iacobucci (27), Alejandra Herrera (26), Nicolás Pacce (24) y Yanina Marín (24) son algunos de los cerebritos (ellos lo niegan, pero después confirman que sus promedios rondan el 8) que día a día se encargan de garantizar la eficacia de la receta. Junto con Gastón Arraiz (32), el responsable y coordinador del programa, acompañaron al Sí! a recorrer la planta de Bernal. Entre las latas ya preparadas para el envío y las máquinas tipo cacerolas gigantes, confiesan que "el hecho de estar colaborando con comedores o escuelas es algo que te motiva el doble". Pero Gastón aclara: "Por más nutritiva que sea, la sopa es sólo una sopa. No soluciona ningún problema de nutrición. Un vaso de leche no se reemplaza con nada".
Nicolás, Yanina y compañía dan su palabra de que la sopa "es muy rica". Todos coinciden en que en la presentación en Campo Konex el público (niños incluidos) hizo cola para probarla.
—¿Es un mito el que a los chicos no les gusta la sopa?
—Síííííííííí.
¿Mafalda estaba esquivocada?