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Clarín: Cómo estudiar informática en la universidad pública y no morir en el intento

En una actividad tan cambiante como la informática, las universidades públicas contemplan una gama de posibilidades cada vez más amplia de cursos y carreras. Lo más importante: conocer las opciones y las claves de cada especialidad.

19 de agosto de 2004, 12:21.

¿Qué seguir, qué estudiar, adónde...? A esta altura del año, los futuros estudiantes universitarios comienzan a barajar cientos de variables para elegir una carrera. La tarea, como las opciones, es cada vez más difícil. Por ello Carlos Tomassino, director de Ingeniería en Sistemas de Información en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Buenos Aires realizó un particular ejercicio: se puso en el lugar de los jóvenes que empiezan a pensar su futuro e ideó una estrategia para poner en práctica a la hora de elegir una carrera de informática.

Según él, al ser el de la tecnología un rubro muy cambiante, resulta imperioso conocer algunos datos antes de inscribirse para cursar. De acuerdo con su visión, en la Argentina existen al menos cuatro tipos de carreras universitarias vinculadas a la informática y otras varias relacionadas, pero no universitarias. Para medir esto, Tomassino se basa en las evaluaciones de la Association for Computer Machinery (ACM), la prestigiosa entidad norteamericana rectora desde hace décadas en carreras de la especialidad, que ha diseñado diversos perfiles curriculares.

Tomassino habla de distintos anillos del saber que rodean al hardware de una computadora. Así, las carreras de Ingeniería en Computación (Computer Engineering) son las que conforman un primer "anillo". Se ocupan no sólo del conocimiento físico y la manipulación intrínseca del hard, sino también de la generación de software embebido. Las carreras de este tipo, probablemente porque el país no las ha requerido, aún no se enseñan en todas las casas de estudio. Pero, a juzgar por el investigador, una de las más reconocidas en este aspecto es la carrera que se cursa en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

Le siguen, como segundo "anillo", las que se denominan licenciaturas en Ciencias de la Computación (Computer Sciences), que se preocupan fuertemente por la algoritmia y los fundamentos matemáticos, para trabajar con energía sobre los temas de investigación en la generación de recursos para el software. Allí, la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) es, a juicio de Tomassini, la abanderada de esta disciplina.

La Ingeniería del Software (Software Engineering) es para nosotros una carrera relativamente nueva, mimetizada hoy con algunas carreras denominadas desde la última década como ingenierías informáticas. Conforma el tercer "anillo" y su accionar se produce sobre la construcción de software. “Es un momento en que los jóvenes interesados por estos temas tendrán potencialmente mucho trabajo, a partir de la próxima promulgación de la Ley de la Industria del Software”, asegura el investigador. Es difícil elegir una casa de estudios para estas carreras, pero entre ellas se destacan la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de La Matanza (UNLM).

Y por último, en el más externo de los "anillos" que bordean al hardware, se encuentran las carreras de Ingeniería en Sistemas de Información (Information Systems), muy emparentadas con el Business (a veces mal traducido como "negocio"). Estas tratan los métodos y procedimientos de construcción para el armado de los sistemas de información. Aquí la actividad informática se engarza fuertemente con la gestión empresaria una tarea en la que la Universidad Tecnológica Nacional viene trabajando con sumo rigor.

El futuro estudiante deberá saber primero, exactamente, qué quiere hacer dentro de la profesión, para saber luego elegir qué estudio emprender. Según Tomassino, “de esto dependerá evitarse o no frustraciones personales e idas y vueltas en las universidades públicas, tan proclives a dejar de lado la orientación vocacional de los jóvenes estudiantes”.

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