Los pibes de la ciudad de Buenos Aires que se alimentan en sus escuelas probarán en poco tiempo más un bocado algo particular pero muy nutritivo. Se trata de una barrita elaborada con harina de algarroba, que fue desarrollada por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) a pedido del Gobierno porteño. El objetivo: aportar a los pequeños las dosis de minerales, vitaminas y fibras necesarias para un crecimiento más sano.
El novedoso alimento acaba de ser registrado por la Facultad como complemento nutricional y fue bautizado como Tonia FAUBA, una derivación del nombre científico del algarrobo (Ceratonia Siliqua). Ese árbol puebla las zonas más áridas del norte del país y sus frutos son recolectados entre noviembre y diciembre por los lugareños para preparar harina. Con ella suelen elaborar varios platos y bebidas tradicionales (como la añapa, el patay y la aloja). Pero su aprovechamiento a nivel industrial es muy limitado.
Eso puede cambiar muy pronto, posiblemente luego de las próximas vacaciones de invierno. La Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad y la flamante carrera de Gestión de Agroalimentos de la FAUBA firmaron hace unos meses un convenio de cooperación que entre otras cosas prevé la producción y distribución de este complemento dietario en los comedores de las casi 1.200 escuelas que funcionan en Buenos Aires. El primer paso —la invención de una barrita de aproximadamente 150 gramos de peso— ya fue dado por un equipo de técnicos liderado por la titular de la Cátedra de Microbiología, Silvia Miyazaki.
Cuando comenzaron con la tarea, los técnicos de la FAUBA se toparon con un desafío doble: lograr un producto que pudiera aportar los complementos necesarios para una dieta sana —en especial pensando en unos 20.000 chicos considerados en situación de riesgo—, pero que al mismo tiempo sea rica y atractiva para los pequeños. La algarroba resultó la materia prima ideal, no sólo porque tiene un gran contenido de minerales, vitaminas y fibras sino además porque tiene un sabor muy similar al del cacao. Los nutricionistas incluso la recomiendan para sustituir al chocolate.
En los próximos días se realizarán testeos con grupos de chicos. Para completar el proyecto se deberá definir luego el lugar de producción y el universo al que se destinará la colación. Hoy las escuelas porteñas sirven cada día 192.000 desayunos, 68.000 comidas, 6.000 viandas y 34.000 refrigerios. Según se estima, la Tonia FAUBA podría ser integrada a esas raciones a partir de agosto próximo.
Un producto dulce y muy nutritivo
El algarrobo forma parte del paisaje en el monte serrano del norte argentino. Pertenece a la familia de las leguminosas y por ello da sus frutos en forma de vaina. Las chauchas maduras permiten obtener una harina muy dulce, con un sabor muy parecido al del cacao y con muchas propiedades nutricionales.
En la composición de la harina de algarroba se destaca la presencia de entre 40% y 50% de azúcares naturales (fructuosa, glucosa y sacarosa). Contiene además un 8% de proteínas, un muy bajo contenido de grasas (a diferencia de los alfajores que hoy se reparten en las escuelas) y muchos minerales: hierro, calcio, magnesio, zinc, silicio, fósforo y fundamentalmente potasio. Y vitaminas A, B1, B2 y D.