"En nuestro caso, la urgencia de la gente golpea las puertas de nuestra casa. Porque son nuestros vecinos. Compramos en los mismo negocios, nos encontramos en la escuela de nuestros hijos y hasta vamos juntos a verlos jugar al fútbol", sintetiza Raúl Ponzio, intendente por cuarto período de Las Rosas, una localidad de Santa Fe que apenas tiene 14 mil habitantes. Por eso, con entusiasmo todos abrazan la frase que caracteriza a cada una de sus gestiones. "En tiempos de crisis como éstos hay que utilizar la imaginación", se les escucha repetir a lo largo de la charla.
Y, dispuestos a entregarse a ese juego durante una semana, fue que un grupo de más de 50 intendentes llegó desde distintos puntos del norte y sur del país al paradisíaco campus que la Universidad Austral tiene en Pilar, para asistir al "Programa de gobierno para el desarrollo de líderes de comunidades locales". "Los problemas de la gente son los mismos en el norte, en el sur o en Buenos Aires. Por eso es bueno compartir experiencias y soluciones ingeniosas", dijeron.
En ese marco, el encargado de articular a estos dos actores (funcionarios y empresarios) que históricamente fueron más las veces que estuvieron enfrentados que las que se aunaron, fue el IAE, la escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral, que le da el marco académico al curso que viene realizando hace cuatro años.
Discuten, y mucho, sobre política, pero no entran en peleas partidarias. "Acá no importa a que partido pertenecen. El hecho de que estemos en un ámbito académico ayuda a que la discusión sea superadora, salteando esas diferencias", justifica Juan Llach, director del Area de Economía del IAE.
El programa analiza temas como el federalismo y la descentralización; el planeamiento estratégico de comunidades y el presupuesto y las políticas pro- transparencia, entre otros. Para hacerlo utilizan ejemplos prácticos, y estudian cómo implementaron las metodologías de gobierno desde localidades europeas como Barcelona hasta argentinas como el caso de Rafaela, en Santa Fe, o el impulso vitícola de Mendoza. Lo que más los entusiasma es el presupuesto y la posibilidad de hacerlo participativo.