En un día en el que se juegan sus cargos el rector de la Universidad Nacional de Formosa (Unaf), Carlos Dalfaro y el decano de la Facultad de Economía y Negocios, Héctor Quijano, los hombres de uniforme verde oliva deberán cumplir una misión. Desde antes de las 20 custodiarán el campus de la Universidad para que la Asamblea Universitaria sesione sin incidentes.
En base a las pruebas que aportó la Comisión investigadora de la Universidad, sobre la supuesta responsabilidad de Dalfaro y Quijano en la entrega de títulos académicos inválidos en España, los 83 representantes de las cuatro facultades —incluidos los del Consejo Superior— deliberarán sólo sobre tres puntos. Recibirán nuevamente el documento, escucharán el descargo de los sospechados —no asistirían y lo enviarían por nota—, y resolverían la suspensión o separación de ambos de sus cargos.
Si el rector es destituido, asumiría la conducción de la Universidad el vicerrector, Martín Romano. La Asamblea decidiría si permanece por 30, 60 o 90 días. Luego deberían llamar a elecciones para que un nuevo rector complete el período de Dalfaro, hasta el 31 de agosto de 2007.
Dalfaro y Quijano llegan golpeados a la sesión de esta noche. El viernes, sus colegas y por unanimidad, los acusaron de las irregularidades que se investigan, y declararon inválidos los títulos que surgieron de los convenios ilegales que firmaron. A su comprometida situación en la Universidad se agrega la actuación de oficio de la justicia federal.
Van a defenderse: lo aseguran sus amigos y sus enemigos. Y en todos los frentes: en la Unaf para lograr la restitución en sus cargos, si son separados; y en la justicia, para lo que ya habrían contratado a cotizadísimos abogados de la provincia. Sin embargo, la importancia de las pruebas en su contra complicaría su defensa.
Aunque ahora se niegan, incluso los españoles de Cibernos borraron de su página web el anuncio de sus vínculos con Unaf, existe y fue hallado aquí un convenio que demuestra que se conocían. El 29 de setiembre de 2004, el decano Quijano y el titular de Cibernos, Felipe de Andrés Fernández, firmaron un convenio que en tres artículos resuelve cuestiones clave: Cibernos "comercializará" en España, "los master, cursos de especialización, carreras" de la Unaf (art.11); la Unaf autoriza a Felipe de Andrés Fernández "a iniciar gestiones de futuros convenios que pueda realizar Cibernos y que beneficien a ambas instituciones" (art.13); los alumnos "en el Estado español" cursarán las materias según programas de la Unaf (art. 15).
La Unaf no sólo llegó a acuerdos en España con Cibernos. El 11 de junio de 2004, ante el notario de Pamplona, Javier Rubio, suscribió un convenio de cooperación académica con la Escuela Europea de Sistemas Informático (ESINA) de Navarra. Según consta en el documento al que accedió Clarín, el rector Dalfaro y el representante de ESINA, Jesús Beperet Garasa, resuelven que la Unaf matriculará a los alumnos de la institución española "en las carreras que actualmente existieran o en las que en el futuro posea la Unaf".
Este convenio lo aprobó el Consejo Superior de la Unaf, su máximo órgano de gobierno. Aun así, no tiene validez porque, como los anteriores, acuerdan asuntos para los que no están autorizados por la máxima autoridad educativa de la Nación.
 
Por qué son inválidos
Los títulos académicos expedidos por la Universidad Nacional de Formosa (Unaf) en España son inválidos por varias razones:
El Ministerio de Educación de la Nación nunca autorizó a la Unaf a expedir títulos académicos en el exterior ni a realizar actividades de educación a distancia internacional. Idéntica situación se daría con el World College de Ushuaia que sólo podría dictar un polimodal y no carreras de nivel terciario con la Unaf.
En el caso de los convenios entre la Unaf y el Instituto Cibernos, esta institución no tiene habilitación del Ministerio de Educación de España para dar enseñanza universitaria en ese país y tampoco en acuerdo con otros países.
Victoria Tatti. FORMOSA ENVIADA ESPECIAL. vtatti@clarin.com