Dos profesores de anatomía de la Universidad de Florencia, Massimo Gulisano y Pietro Antonio Bernabei, corroboraron que, a excepción de esa imperfección, la escultura es un modelo de precisión anatómica.
Miguel Angel Buonarroti (1475-1564) concentró en el David sus conocimientos de anatomía con un resultado que supera cualquier prueba científica. Del único \"error\" ahora corroborado ya era consciente el autor, quien —según recordaron ayer los catedráticos— dejó escrito que la imperfección muscular se debió a \"la falta de mármol en ese punto concreto\". Se sabe que el bloque del que salió el David estaba lleno de defectos y que había sido descartado por dos conocidos artistas de la época, Agostino di Duccio y Antonio Rosellino.
El estudio presentado ayer confirma que Miguel Angel \"respetó hábilmente las proporciones de un verdadero cuerpo humano\", pese a las colosales medidas de su obra: 5,16 metros de altura y 5,5 toneladas de peso. Toda la musculatura se encuentra \"en la posición exacta que precede al movimiento\" del lanzamiento de la piedra contra Goliath. \"Los músculos extensores de la cadera y la rodilla derecha están contraídos de manera exacta, igual que los de las extremidades del lado izquierdo\", según los especialistas, quienes subrayaron lo lograda que está la \"tranquila agresividad\" de David. Lo fundamentaron en la dilatación de la nariz, la contracción de los músculos de la frente y el pliegue del labio superior.
Sobre los órganos genitales, señalaron que las dimensiones son las correctas para un cuerpo masculino en tensión física antes de un gran esfuerzo, \"al contrario de lo que comúnmente se ha sostenido\".