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Clarín-Domingo 18: Quién pone la plata para financiar las escuelas

La educación está en boca de todos pero... ¿de dónde sale la plata para financiar lo que hay que mejorar? En medio del nerviosismo electoral y en este 2005 en que los chicos tendrán la menor cantidad de días de clase de los últimos 20 años, Kirchner ideó un sistema que está provocando hormigueo en las provincias. Decidió crear un fondo que se nutre con el aumento de recaudación de aquellos impuestos coparticipables.

La decisión política es que ese dinero tendrá a la educa ción como único destino. Y se repartirá de acuerdo a una fórmula que contempla la cantidad de alumnos, los lugares alejados de los centros urbanos o ruralidad y el número de chicos que están fuera del sistema, que supone un esfuerzo adicional para que se escolaricen. Así las cosas, Buenos Aires acapararía 32 puntos y la Capital Federal, 6 puntos, según Gustavo Iaies, del Centro de Estudios en Políticas Públicas. El experto enfatiza que de esa manera pierden las provincias pequeñas y se profundizan las diferencias.
La Argentina aún funciona al compás de la ley 1420 de Sarmiento, cuyo objetivo es tener más pibes en la escuela. El sistema se alimenta sobre la base de pagar a todos los docentes lo mismo, a premiarlos por la antigüedad y a establecer un plus para aquellos de zonas alejadas.
En el mundo hay otras recetas. Estados Unidos financia con el impuesto inmobiliario, lo que genera inequidad: los barrios ricos tienen mejores escuelas. Colombia separa plata de las regalías petroleras y Brasil armó sus recursos con distintos impuestos.
Iaies piensa que es muy importante saber qué se sostiene. Si en Argentina son los planteles docentes, en Colombia hacen diferencia: se paga por cápita efectiva, es decir, por cada chico que va a la escuela. Chile asumió que educar a los pobres sale caro y hace hincapié en los resultados. Pero los problemas se comparten. Por ahora ninguno encontró la llave para lograr más compromiso y calidad.
Silvia Naishtat. snaishtat@clarin.com

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