Algunos crecieron escuchando e “gol, gol, gol” del inigualable José María Muñoz. Otros se aprendieron de memoria las publicidades casi cantadas de Rina Morán o el arte de la sugerencia, subidos al “Tren fantasma” de Omar Cerasuolo. Hubo aquellos para los que la vida se explicó desde Radio Colonia, donde siempre “hay más informaciones para este boletín”. O rieron y pensaron junto al negro Marthinetiz o a Lalo Mir. Es que, para cada generación, hay voces inolvidables, que luego se convierten en profesión. (...)
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