Se acaba de crear en Lyon una universidad popular, la última expresión de esta tendencia. Estudiantes, jubilados, y varios centenares de miles de adultos deseosos de aumentar sus conocimientos fuera del marco tradicional son su alumnado.
De esa forma es posible, en horarios compatibles con una eventual vida profesional, escuchar una conferencia sobre Kierkegaard, asistir a un encuentro sobre el Islam y las mujeres, recibir una enseñanza sobre Karl Marx, así como cursos de enología o un seminario sobre desarrollo personal. Estas iniciativas retoman la idea de las universidades populares que habían surgido en el siglo XIX, en la época del caso Dreyfus, antes de decaer al final de la primera guerra mundial.
Varias decenas de universidades del tiempo libre proponen enseñanzas para adultos. La Asociación de universidades populares de Francia (AUPF), se atribuye más de 100.000 participantes en sus actividades en alrededor de 70 estructuras. \"Son lugares donde los adultos se encuentran para aprender, sin aspirar necesariamente a un título pero sin excluirlo tampoco. Corresponde a una fuerte demanda social: en quince años, desde que dimos nuevo impulso a nuestra red, el número de asociaciones y participantes explotó\", explica Denis Rambaud, su presidente.
El perfil de los participantes no corresponde a los estereotipos del jubilado que trata de ocupar su tiempo libre, algo que se aplica más bien a las \"universidades de la tercera edad\". En la universidad popular del Rhin, en Mulhouse, el participante medio es mujer, en actividad, de 35 a 45 años, con hijos. De los alrededor de 26.000 inscriptos en el departamento del Alto Rhin menos de 15% son jubilados. En el Instituto para el desarrollo, la educación y los intercambios (IDEE) de Belfort, los jubilados constituyen el 23% de los afiliados, y las mujeres en el hogar 6,8%.
Las motivaciones varían considerablemente. Algunos se inscriben con un objetivo puramente profesional para estudiar idiomas o informática, por ejemplo. Otros buscan una actividad intelectual dejada de lado años atrás.
Los temas abordados son variados y las modalidades de participación fluctúan. Muchas estructuras exigen afiliarse a la asociación y luego pagar un adicional por cada taller.
La Universidad de todos los saberes (UTLS), originalmente, debía desaparecer con el año 2000. Creada por Jean-Jacques Aigllagon, entonces presidente de la misión interministerial para el año 2000 y del Centro Georges Pompidou, la UTLS finalmente pasó el siglo. Y cada una de sus conferencias atrae un promedio de 800 personas, frente a 500 en 2000.
Financiada desde 2001 por una subvención del ministerio de educación nacional, su misión es \"divulgar al gran público la producción erudita más actual\", y hacerlo en todas las ciencias, explica el filósofo Yves Michaud, que la preside
Traducción: Cristina Sardoy
Mesa de luz
Por Gustavo Zorzoli. Director del ingreso a las escuelas medias de la UBA
Cuando escribí para este espacio, hacía dos días que había comenzado a leer Crímenes Imperceptibles de Guillermo Martínez, un libro que me había regalado Alicia, mi esposa, un par de meses atrás. Confieso que mis lecturas ajenas al ámbito académico no tienen la continuidad que quisiera, es más en esos días leía el último libro editado por Omicrom, Matemáticas para Economistas con Excel y MATLAB, de algunos de mis colegas de la Facultad de Económicas de la UBA donde dicto clases, un texto muy recomendable para quienes les interese encontrar una excelente amalgama entre conceptos teóricos de matemática superior y aplicativos desarrollados con Excel y MATLAB. Dos factores contribuyeron a que pudiera terminar la novela en pocos días. Me enfrenté a una prosa muy amena y sutil, y el autor es un matemático con el que compartimos una pasión en común. Guillermo Martínez logra poner en acto conceptualizaciones, no solo lógicas (muy vinculadas a la investigación y resolución de crímenes), sino que enquista maravillosamente en sus descripciones ideas, nociones y representaciones sobre conceptos matemáticos. No deja de lado en su novela hechos históricos, algunos muy remotos y otros cercanos, que han convulsionado el mundo de la Matemática y el de los matemáticos. Pero por sobre todas las cosas la lectura de cada uno de los veinticinco capítulos induce (lo digo en el sentido matemático de la palabra) a leer el siguiente. Así es que se generan, refutan y transforman, no sólo las conjeturas de los personajes sino las propias; suscitando en el lector una suerte de ilusión: la de transitar un camino aparentemente difuso, pero que luego se vuelve claro y real. El final: disfrútelo usted.