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Clarín-Domingo 27: Fueron alumnos excelentes y quieren ser los mejores maestros

El año pasado, 930 alumnos —los más altos promedios—, fueron becados para convertirse en los mejores maestros. Hoy son 2.300 en todo el país.

28 de noviembre de 2005, 12:50.

¿Cómo imagina un país sus maestros? ¿Como gente sufrida o como sus mejores punteros para lograr que los chicos se enamoren, desde el vamos, del conocimiento?
"Durante años, recibimos jóvenes que nos pedían ayuda para estudiar y convertirse en maestros. Pero no teníamos nada para ofrecerles. Ahora, por primera vez, pudimos convocar a los mejores alumnos, los más comprometidos con la enseñanza, y ocuparnos de que ninguno quedara afuera", relata Paula Ripamonti, secretaria académica de la Dirección de Educación Superior de Mendoza. Ella es una de quienes, durante el último año y medio, se ocuparon de instalar en todo el país el programa "Elegir la docencia": la primera beca que, desde tiempos de Sarmiento, busca que los mejores alumnos de cada escuela puedan convertirse en maestros. En los mejores maestros.
La historia se remonta a, apenas, enero y marzo de 2004. Entonces se seleccionaron los primeros 930 becarios —y que hoy ya son 2.300, entre primero y segundo año—. Chicos que no sólo fueron buenos estudiantes, sino que por eso mismo deseaban intensamente compartir esa pasión y enseñar, ser docentes (ver Elegir la ...). Una manera de mejorar a través de ellos el ejercicio de una profesión a la sombra de la cual creció la Argentina del siglo XIX. Y se envileció la de fines del siglo XX, al darle la espalda.
Ahora, un año y medio después, Clarín volvió a entrevistar a los mismos chicos que el año pasado recién iniciaban esta experiencia. Y que transmiten cómo esa pasión por enseñar pudo afianzarse, no sólo gracias al subsidio económico que recibieron. Es que los chicos de "Elegir la docencia" complementaron la formación impartida en los institutos de formación docente de todo el país con seminarios en las universidades de su zona; viajes de estudio y un servicio de Internet para ponerlos en contacto con los becarios de todo el país.
Además, retribuyeron tanta ayuda desarrollando sus propios proyectos comunitarios, destinados a colaborar con el desarrollo de las zonas donde viven.
"Nosotros veníamos buscando una oportunidad para abrirnos a la comunidad y comprometernos con ella. Era una deuda pendiente que teníamos y el programa nos ayudó a animarnos a colaborar con los demás y a enriquecernos con acciones de otra gente de la zona que ni siquiera sabíamos que existían", cuenta Ana Tríboli, coordinadora del área del profesorado de inglés en Lenguas vivas de la ciudad de Salta, y una de las tutoras del programa.
Para ella, como para muchos otros, el mejoramiento de la tarea docente es un objetivo imprescindible. "Aunque no sé si seremos capaces de asimilar tantos cambios. Pero ayudarlos a que mejo ren el ejercicio de la docencia es una manera de cambiar", razona.
"Hemos recibido cartas maravillosas de chicos que quieren ser docentes para lograr un acceso a la cultura, para apoyar a las nuevas generaciones, porque tienen ganas de asumir responsabilidades o porque sienten una enorme confianza en la educación y en lo que ésta posibilita —reflexiona Alejandra Birgin, directora nacional de Gestión curricular y Formación docente—. Son valores de nuestros jóvenes que nadie menciona cuando hoy se habla de ellos, y que no sólo existen: son los que los empujaron a estudiar. Creo que viéndolos a ellos comprobamos que la escuela media es riquísima. Y que va a mejorar un montón".
Alejandra Toronchik. atoronchik@clarin.com
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