Los problemas de comprensión y de fallas formativas elementales no sólo se focalizan en el momento en que los jóvenes deben rendir exámenes de ingreso o pruebas de nivelación, sino que, sin tratamiento adecuado, terminan por provocar el retraso o el directo abandono de las carreras.
Como una forma de dar respuesta a las demandas de mejorar el rendimiento estudiantil, las autoridades educativas de Nación y provincia de Buenos Aires diseñaron programas para reforzar los conocimientos básicos requeridos para transitar la enseñanza superior. Así, se ofrecen cursos de técnicas de lectura, comprensión de textos y solución de problemas matemáticos, que se desarrollan en escuelas secundarias.
La iniciativa, que abarca a unos 20.000 alumnos, resulta plausible. Pero hace falta una reforma profunda y consensuada para producir la imprescindible articulación entre la deteriorada escuela secundaria y la universidad. De otro modo, sólo se conseguirán remedios transitorios pero no cambios de fondo.
Los cursos de apoyo a secundarios que quieren ingresar a la Universidad ayudan a la transición de los estudiantes de un secundario deficitario, pero es necesario revisar y mejorar ese sistema.