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Clarín: Editorial: Mínimos recursos

La construcción de las papeleras en Fray Bentos sigue gastando toneladas de papel, paradójicamente, por sus implicancias ambientales. Si los pronósticos son certeros, si no se hacen los ajustes necesarios, también peligraría la calidad de vida de los cascos urbanos de Gualeguaychú y Fray Bentos (página 7).

21 de febrero de 2006, 11:21.

En la edición de hoy publicamos notas que muestran edificios que hacen foco en la cuestión ecológica. En Nueva York, a pesar de que los Estados Unidos se resiste al tratado de Kyoto, el alcalde Michael R. Bloomberg firmó en octubre de 2005 una ley de construcción ecológica (página 9). Los arquitectos del Primer Mundo nos muestran que con nuevas tecnologías y nuevas ideas pueden reducir el impacto de las construcciones.
 
Por ejemplo, el que logran con esas estructuras romboidales que parecían solo una moda y que en realidad permiten reducir en un 20% el uso de acero.
 
Menos grandilocuente, pero también efectivo, es el proyecto de una escuela de música en Mendoza, ganador de un concurso convocado por la Universidad de Cuyo (páginas 12 a 15). El equipo vencedor, compuesto por un grupo de docentes e investigadores de la Universidad de Mendoza, descargó toda su experiencia en arquitectura sustentable en el proyecto.
 
Es de lo más simple, pero también bello. Un prisma rectangular posado sutilmente en una hondonada existente, al pie de los primeros cerros de la precordillera. Por encima, se apoya una delgada cinta, de hormigón, vidrio y parasoles, que por su forma en "L" protege de los vientos a una gran terraza-jardín, de uso público. En esta misma línea está la casa en Mar Azul, de Besonías-Almeida-Kruk (página 3), reciente ganadora del premio Sacriste. Una pequeña pero notable casa que se destaca por integrarse pacíficamente con la naturaleza, usando los mínimos recursos.
BERTO GONZALEZ MONTANER. Editor jefe de Diario de Arquitectura.  bmontaner@clarin.com

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