El Estado argentino garantiza los recursos económicos prometidos a la Universidad de Buenos Aires. La UBA no va a tener ninguna dificultad ni problemas de funcionamiento, como no los ha tenido desde que nosotros asumimos: no sólo aumentamos el presupuesto, sino que pagamos lo que el Ministerio adeudaba desde 1998": así lo aseguró a Clarín el ministro de Educación, Daniel Filmus. Y salió a dar una respuesta al documento publicado ayer por el Consejo Superior de la UBA, en el que aseguraba que la universidad cerraría sus puertas el 1º de octubre, en caso de que el Gobierno no le enviara los fondos necesarios para su funcionamiento.
Tal como anticipó Clarín ayer, la advertencia de cierre fue incluida en el documento oficial por el que ayer se aprobó (a siete meses de iniciado el año) el presupuesto 2005 de la UBA, donde se agregaron casi 27 millones más que los 443 millones de pesos que otorgó el Congreso Nacional. Y que se obtuvieron por un pedido expreso que los decanos y el vicerrector presentaron a Filmus, el viernes pasado, en una reunión solicitada en ausencia del rector Guillermo Jaim Etcheverry, de viaje por España.
Pese a que la reunión fue positiva y que Filmus se comprometió a proveer esos fondos, parte del Consejo Superior (decanos, graduados, estudiantes y profesores) temió que se tratara de una típica promesa electoral, luego incumplida. Por ello (y en un clima enrarecido por las internas universitarias) decidieron incluir la amenaza de cerrar si los fondos no llegaban para octubre.
Ayer, en un ambiente más calmo, el decano de Agronomía, ingeniero agrónomo Fernando Vilella (uno de los impulsores del proyecto de presupuesto presentado a Filmus y votado el martes), bajó el tono de la advertencia de cerrar y se congratuló por la "aprobación de un presupuesto insuficiente, pero que nos ayuda a terminar el año. Y que daba vueltas hace meses, a riesgo de dejar mucha gente sin cobrar". Vilella recalcó la necesidad de una Ley de Financiamiento educativo "para que el año que viene no vuelva a repetirse esta grave situación financiera".
Por su parte, el vicerrector de la UBA y decano de Arquitectura, Berardo Dujovne, descartó la posibilidad de que la Universidad de Buenos Aires cierre sus puertas. "El compromiso de Filmus fue serio y consistente —dijo a este diario—. No hizo promesas en el aire sino que explicó de dónde saldría cada uno de los millones, imprescindibles para seguir funcionando. Yo veo una voluntad política clara y positiva del Gobierno de aumentar los fondos educativos". Dujovne expresó también su deseo de que, votado el presupuesto, "volvamos a dedicarnos a discutir cuestiones académicas, que es lo que corresponde a una universidad".
Sin embargo, sus deseos podrían no hacerse realidad. Una comisión investigadora deberá expedirse en 45 días sobre un fondo de 140 millones que el Rectorado invirtió sin haber consultado al Consejo Superior. Gran parte de esas partidas se destinaron a cubrir los gastos de la obra social de la UBA y del funcionamiento del Hospital de Clínicas. Pero la investigación podría desvirtuarse y pasar a formar parte de una pugna electoral donde distintos grupos (entre ellos, sectores allegados al ex rector Oscar Shuberoff) intenten controlar, a partir del año próximo, el gobierno de la universidad porteña.
* Alejandra Toronchik. atoronchik@clarin.com
