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Clarín: El Gobierno busca que los militares vayan a las universidades estatales

La ministra Garré adelantó que uno de los planes para integrar a los futuros oficiales a la sociedad es que cursen algunas materias en facultades públicas. Y dijo que la reforma está pendiente desde 1983.

29 de mayo de 2006, 14:14.

Historia, derecho internacional y filosofía son algunas de las asignaturas que los futuros oficiales de las Fuerzas Armadas empezarían a cursar en universidades nacionales, de concretarse un proyecto del Ministerio de Defensa.
 
La ministra Nilda Garré le dijo a Clarín que su cartera está abocada a una "revisión de los planes de estudio" para que los militares "tengan una formación con más acento en lo humanístico". Con la asistencia a las universidades públicas, se busca que la educación que reciben sea "plural y democrática", dijo Garré.
 
Este proyecto implicará cambios curriculares en el Colegio Militar de la Nación, la Escuela Naval Militar y la Escuela de Aviación Militar, de donde egresan los subtenientes, guardiamarinas y alféreces de las tres fuerzas armadas.
 
La ministra aseguró que estos cambios están pendientes desde la restauración democrática de 1983: "Aunque las fuerzas hicieron adecuaciones, no hubo hasta ahora iniciativas políticas al respecto", afirmó.
 
Según la ministra, la asistencia de los cadetes a las universidades ayudaría a la "integración" de las Fuerzas Armadas con el resto de la sociedad. Existe un antecedente en la Armada, que hace varios años tiene un convenio con la Universidad de La Plata. Pero se apunta a hacerlo más extensivo. "No queremos que los militares estén en un gueto, no hay que hacerles un cordón sanitario", definió Garré.
 
Esta iniciativa es parte de una reforma educativa más amplia que Defensa prepara en el ámbito castrense. Garré se refirió a los otros proyectos en danza.
 
El más avanzado es la creación de una Escuela de Guerra Conjunta que empezaría a funcionar el año próximo con el fin de "articular el trabajo conjunto de las tres fuerzas. La guerra de Malvinas demostró las falencias al respecto", ejemplificó la ministra.
Garré aclaró que se tratará de una cuarta escuela de formación de oficiales y que seguirán funcionando como hasta ahora las tres escuelas superiores de guerra de las fuerzas. Adelantó que el próximo mes, Defensa firmará convenios con el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) y con la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, para que provean de docentes hasta que se llame a concurso.
 
Garré reiteró la intención de Defensa de desprenderse de los liceos secundarios y transferirlos a la órbita de las provincias: "Creemos que no son competencia de nuestro Ministerio. Debemos ver la forma de pasarlos sin que nadie se sienta perjudicado", dijo. Los liceos funcionan en siete provincias, dependen de las fuerzas y cuentan con 7 mil alumnos. El más antiguo es el Liceo General San Martín, creado en 1938. Pero Defensa argumenta que llevan a una "militarización" temprana de los jóvenes, antes de que puedan decidir su vocación, y que la matrícula de retención es mínima del liceo al Colegio Militar, por ejemplo.
 
El tema augura polémicas: la semana pasada hubo protestas de padres de varios liceos. Quienes defienden su continuidad tal como están aseguran que tienen un alto nivel educativo y que otorgan prestigio a quienes cursaron allí sus estudios secundarios. Y dicen que los padres son los que consienten la instrucción militar que reciben los adolescentes en los liceos.
 
Defensa también puso el foco en los institutos universitarios de las fuerzas armadas, donde estudian 16 mil alumnos, de los cuales el 90 por ciento son civiles. Garré dijo que hay carreras específicas que están bien justificadas. "¿Pero para qué tienen carreras de Derecho y otras que existen en acreditadas universidades públicas?", se preguntó.
 
La ministra dijo que Defensa realizó un convenio con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo "para que nos ayude a rediagramar el esquema, evitando la repetición de carreras. Queremos un uso más eficiente de los recursos", señaló.
 
Por último, Garré dijo que habrá modificaciones en la Escuela de Defensa Nacional "para transformarla en una escuela de formación del funcionariado civil en temas de Defensa".
 
Curso sobre derechos humanos
 
La ministra de Defensa, Nilda Garré, inaugurará hoy a las 17 el primer Curso de Especialización en Derechos Humanos, destinado a militares de las tres Fuerzas Armadas de nuestro país y del Cono Sur.
 
El curso se dictará en cinco jornadas hasta el viernes. Tendrá lugar en el Edificio Libertador, organizado por el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos. El objetivo es "ampliar y profundizar los conocimientos fundamentales" en la materia "entendiendo que se trata de un tema clave de la agenda democrática", informó Defensa.
 
Entre los exponentes figuran Carmen Argibay, jueza de la Corte Suprema; Alejando Slokar, subsecretario de Política Criminal; Leandro Despouy, auditor general de la Nación; y Marcelo Saín, interventor de la Policía Aeroportuaria. También el titular del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Pedro Nikken; el secretario del área, Eduardo Luis Duhalde; y el ex jefe del Ejército chileno, general Juan Emilio Cheyre.
Guido Braslavsky  gbraslavsky@clarin.com
 
Kirchner pedirá a militares "más apego" a los derechos humanos
 
Es en respuesta a un grupo de militares sancionados tras reivindicar la semana pasada el terrorismo de Estado. El Presidente ratificará, además, el rumbo tomado por su gobierno en el ámbito castrense.
 
El presidente Néstor Kirchner encabezará hoy desde las 11 el acto central por el Día del Ejército, en el Colegio Militar de la Nación. En su discurso, se espera que aluda a la "absoluta necesidad" del apego a la Constitución y los derechos humanos, y que destaque aspectos de la modernización de las Fuerzas Armadas en los tres años de su gestión.
 
En el marco de un mensaje ratificatorio del rumbo tomado en el ámbito castrense, Kirchner, seguramente, hará referencia a las recientes sanciones contra seis oficiales en actividad del Ejército que el miércoles pasado participaron en la Plaza San Martín de un "homenaje" a las víctimas militares y civiles de la guerrilla. Para el Gobierno, fue una reivindicación del terrorismo de Estado.
 
Altas fuentes de la Casa Rosada dijeron que a Kirchner "le molestó mucho" ese acto, del que participaron unas tres mil personas, en su mayoría militares retirados de las tres fuerzas.
 
Allí se reivindicó a los militares presos por la represión ilegal; hubo críticas al Gobierno por su interpretación de la violencia de los 70, y pese al cuidado de los organizadores, hubo agresiones a algunos periodistas e insultos de un sector del público contra el jefe de la fuerza, teniente general Roberto Bendini, al que se llamó "traidor" y "lacayo".
 
No sólo Kirchner incluiría un párrafo dedicado a ese episodio, probablemente con la vehemencia que ya se le conoce; según trascendió, la ministra de Defensa, Nilda Garré, le pidió a Bendini —cuya intervención precederá a la de Kirchner— que no deje de mencionar el tema. Con seis oficiales que cumplen penas de arresto de entre 20 y 40 días en distintas guarniciones del país, para Garré la cuestión "no puede ser eludida" en el acto por el 196ø aniversario de la fuerza.
 
La ceremonia tendrá lugar en el campo deportivo del Colegio Militar, en El Palomar. Kirchner hablará desde las mismas tribunas que usó hace tres años, cuando empezaba a sorprender con un estilo confrontativo que luego se revelaría habitual. A cuatro días de asumir la Presidencia, Kirchner replicó desde esas tribunas en términos muy duros al saliente jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, quien lo había criticado por el descabezamiento de las cúpulas militares.
 
El acto sólo se haría en el Patio de Honor del Colegio Militar si hay mal tiempo. Hace dos meses, Kirchner presidió en ese ámbito el aniversario por los 30 años del golpe del 24 de marzo, y hace dos años de esas solemnes galerías ordenó descolgar los cuadros de los ex dictadores Videla y Bignone, quienes fueron directores del Colegio Militar.
 
Pero el pronóstico —dijeron los organizadores— indica que la ceremonia podrá hacerse al aire libre sin inconvenientes. En ese marco, está previsto un desfile de más de 5.000 efectivos, y el sobrevuelo de aviones y helicópteros del Ejército, entre ellos el recientemente modernizado Huey II, y una exhibición de la aeronave de reconocimiento de comando remoto Lipan.
 
Kirchner aludiría a la política de desarrollos productivos para la Defensa, en especial a los proyectos del Ejército, y a distintos aspectos de la modernización de las Fuerzas Armadas. En estos momentos, el Presidente tiene a la firma el decreto de reglamentación de la Ley de Defensa, que Garré ha trabajado en las últimas semanas con su equipo y con los máximos jefes militares.
 
El decreto reglamentario enfatiza el funcionamiento conjunto de las tres fuerzas, y busca dar al Estado Mayor Conjunto la preminencia que hasta ahora nunca logró tener en la práctica, con facultades en materia de decisión sobre operaciones y ejecución de gastos y reequipamiento.
 
Como es de rutina, Defensa acercó al Presidente un borrador con la puesta al día sobre el trabajo del área. El fin de semana, Kirchner armó el discurso junto a sus colaboradores cercanos.
 
El Presidente estará acompañado por buena parte del Gabinete. La de hoy será su primera intervención pública después del discurso que dio ante la multitud el pasado jueves 25 en Plaza de Mayo, donde empezó a transitar —aunque sin decirlo en voz alta— el camino de su reelección.
 
Al referirse a los derechos humanos, Kirchner podría insistir en la posición del Gobierno acerca de que la anulación de los decretos de indulto es decisión que le compete a la Justicia.
 
También, como en sus últimas intervenciones ante los uniformados, es probable que vuelva a mostrarse conciliador y que aluda a la "tarea cívica" que los militares tienen por delante, con ejemplos como San Martín, Belgrano, Brown y los generales productivistas del Ejército, Savio y Mosconi. Además de apuntar como ya lo ha hecho a la responsabilidad concurrente de sectores de la sociedad civil en los golpes militares, y, tal vez, volver a reclamarles una "autocrítica".
 
Ejercicios políticos
Daniel Juri djuri@clarin.com
 
Es, cuanto menos, anacrónico: militares jugando a la política dentro y fuera del cuartel. Y lo que es peor, reivindicando el terrorismo de Estado. Son pocos, es cierto, y de bajo grado, pero hicieron un ruido que este país ya no se merece. "¿Cuándo la van a terminar estos tipos?" se confesaba anoche ante Clarín un hombre del Gobierno que suele reflejar el pensamiento del Presidente.
 
Más allá de este episodio, también habría, según dicen, algunos oficiales —en esta caso de alto grado— jugando a hacer política, pero con más sutileza y menos exposición pública. Algunas filtraciones a la prensa de planes oficiales —que molestaron, y mucho, en la Casa Rosada— lo confirmarían. No es una dato menor. Y parece que el Gobierno ya lo marcó con rojo en su agenda.

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