Al efecto, sus mentores organizaron unas jornadas cuyo capítulo inicial se concretó anoche en el salón Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional. Iba a estar presente el presidente Kirchner, quien no fue pero a cambio envió una calurosa carta de apoyo, entregada por su representante en el acto, el ministro de Educación Daniel Filmus.

La nota destacada la dio el ex rector de la Universidad de Buenos Aires y titular de la Academia Nacional de Ciencias Julio H.G. Olivera, quien enfocó la cuestión nacional sobre la educación: "Es la fuerza motriz del crecimiento económico", dijo. "Educar es enriquecer, civilizar y moralizar. Un país no puede crecer sin desarrollo y sin progreso". A su juicio el Plan Fénix sintetiza todos esos valores y por ello es "histórico". Criticó el desarrollo exclusivamente mercantil de la persona y justificó la organización económica para producir "no solo bienes sino hombres".

El coordinador del plan, Jorge Schvarzer, presentó tres modelos económicos que fueron fuertes pero no fueron de desarrollo:

El modelo primario exportador que rigió hasta 1930 y que hoy es contemplado con nostalgia por quienes quisieran volver a esas épocas; el modelo industrialista desde la década del 30 a 1975, recordando que en la década del 60 el 40% de la gente trabajaba en la industria y los sueldos que se pagaban eran el doble que los actuales; y a partir de Martínez de Hoz el modelo de apertura importadora con endeudamiento externo. Dijo que "no fue casual que ese modelo naciera a sangre y fuego con una dictadura brutal". Dijo que ese modelo tras diversos altibajos fue el que desencadenó la crisis del 2001. "Hoy hay un nuevo rumbo pero lo anterior no ha sido del todo superado, siendo en este sentido el Plan Fénix un aporte para un modelo superador de los anteriores que "reúne los requisitos para el desarrollo con equidad".

El más crítico fue el decano de Ciencias Económicas, Carlos Degrossi: "El país tiene índices de pobreza e indigencia a pesar de que produce alimentos para 10 veces más habitantes que los que tiene. La criminalidad es insoportable y el desempleo alcanza el 13% con otro tanto para el subempleo". Por eso se necesita "un programa como el Plan Fénix bajo el lema otra Argentina es posible, con un sustento ético y que deje atrás a los modelos de ajuste que han excluido al ser humano", reivindicó Degrossi.

Filmus, por su parte invitó a redoblar el esfuerzo en apoyo al Plan Fénix por ser "un ejemplo de la potencialidad de las universidades para apostar al modelo de país", y convocó a extenderlo a otras áreas e ir más allá de la economía. No es posible primero desarrollo y después equidad, sino que los dos son lo mismo", enfatizó.

* Pablo Kandel. / pkandel@clarin.com