Los jóvenes no logran encontrar una organización adecuada de su estudio. Utilizan la totalidad de las fuentes de las materias pero sin encontrar una relación o idea global de los textos entre sí. Muchos no logran leer más de 200 palabras por minuto. Y los conflictos afectivos, económicos, pedagógicos se presentan como los mayores obstáculos a la hora adquirir nuevos conocimientos.
En bibliotecas, en su habitación, en un bar o en el colectivo. De memoria, por comprensión, en voz alta, por repetición. Los lugares y métodos de estudio varían según la personalidad y la situación particular de cada alumno. Así como no puede establecerse una tipología de estudiante universal, tampoco es posible determinar una regla de estudio que sirva para todos.
En principio, las diferencias en las estrategias de aprendizaje dependerán del tipo de carrera estudiada. No son iguales los contenidos de la carrera de ingeniería, que los de filosofía. La adquisición de unos y otros requerirán de distintas clases de técnicas y métodos de asimilación de nuevos conocimientos.
\"Para Ciencias Exactas, donde la modalidad de enseñanza es abstracta y prima el ejercicio en su forma de situación problema, es importante el grafismo, la organización, la capacidad lógica de análisis y relación. En Ciencias Sociales o Humanas prima el texto, el poder encontrar las ideas centrales, conceptos, definiciones y ejemplos y realizar una segunda lectura comprensiva que implique opiniones, inferencias y relaciones\", afirma Fernando Gasalla, psicólogo, encargado del Departamento de Orientación Vocacional y Apoyo Pedagógico de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
A su vez, Viviana Pasquale, psicopedagoga del Gabinete Psicopedagógico de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba (UTN), sostiene que \"el método de estudio depende de cada sujeto, las técnicas dependerían de los contenidos conceptuales que pretendiéramos apropiarnos. No desarrollan las mismas competencias quienes estudian ingeniería que quienes cursan una licenciatura en matemática. Las técnicas dependerán del contenido de las asignaturas y no al revés\".
La organización resulta una variable fundamental para medir la eficacia del estudio. Sin embargo, no pareciera definirse como una fortaleza de los alumnos. Según un estudio realizado por la Oficina de Evaluación Institucional de la Universidad Austral, el 61 por ciento de los alumnos que ingresan no organizan el tiempo de estudio y tan sólo el 44 por ciento sostiene que en su plan de trabajo está previsto un tiempo suficiente para el repaso.
Gasalla afirma que \"falta organización, e incluso los alumnos no planifican los cuatrimestres y suelen inscribirse en más materias de las que realmente pueden estudiar. Es importante que el estudiante considere en qué momento del día rinde mejor, que incorpore el cansancio como variable, que estipule recreos y tiempos libres. Puede tener una agenda para conocer las horas con las que cuenta por semana. Ponerse objetivos de estudio. Utilizar el reloj para evaluar el tiempo en forma objetiva y no dejar esta variable en manos del estado de ánimo\".
La cuestión de la falta de tiempo se relaciona estrechamente con la manera de utilizar las fuentes de estudio. \"En el caso de las ingenierías, y según el análisis de mi experiencia, suelen utilizar todo, pero a veces todo no es sinónimo de bueno, en innumerables ocasiones suele confundir y desorganizar más que sumar y complementar\", apunta Pasquale. El problema parece encontrarse en la falta de relación lógica entre las fuentes de estudio.
Gasalla confirma la tendencia \"el estudiante suele recurrir a todo, pero no en forma organizada. Se recurre al texto y al apunte, pero no relacionados, es decir, no se establece una vinculación de conjunto con el programa de la materia, el apunte como expresión de lo trabajado con el profesor y el texto que la cátedra da para leer. La desorganización lleva a la fragmentación de los contenidos, a la disgregación de esfuerzos y a la improvisación\".
La especulación con el tiempo deriva en un estudio superficial y desorganizado. La encuesta de la Universidad Austral señala que el 69 por ciento de los alumnos estudia sólo cuando se acerca la fecha de examen. \"Dejan el estudio para último momento, les cuesta proyectar el futuro. En el momento en el que el tiempo apremia toman todos los materiales posibles, privilegian textos y ejercicios, pero sin relación o conjunto. Suelen circular resúmenes que son poco útiles. Tanto el resumen como el apunte son modalidades de estudio muy personales. Sólo sirven para quien los hace. Cada persona al resumir ya maneja un material que logra retener en su memoria y que quien lo lee como única fuente no posee\", continúa Gasalla.
A la hora de sentarse a estudiar, tan sólo el 44 por ciento de los alumnos hojean el índice antes de comenzar la lectura de un libro. Mientras que la velocidad de lectura, fundamental en esta etapa debido a la cantidad de material de estudio, presenta serios problemas. La encuesta la Universidad Austral establece que el 77 por ciento de los estudiantes no alcanza a leer 200 palabras por minuto.
Debido a la falta de relación entre los contenidos estudiados, los alumnos apelan a un estudio basado más sobre la capacidad de su memoria que a través de la comprensión de los textos. \"En el sistema educativo formal, el 80 por ciento de los estudiantes en muchas circunstancias estudian de memoria\", afirma Pasquale.
Sin embargo, un estudio memorístico apropiado es bueno y hasta conveniente. \"La comprensión es la puerta de entrada, junto con el pensamiento crítico, para todo aprendizaje significativo. Pero también es importante que el estudiante sepa que luego de comprender también deberá fijar datos y procedimientos\", sostiene Gasalla.
De todas maneras, no se puede confiar los resultados a la memoria, \"los estudiantes que sólo memorizan obtienen bajos rendimientos\", continúa el representante de la UNGS. Los contenidos memorizados no pueden ser relacionados ni generalizados. \"En general, debido a cierto bajo nivel de la educación media, el estudiante llega a la universidad con hábitos de memorización y reproducción de contenidos. Esta es una costumbre muy difícil de destruir. Entonces, el alumno no entiende la razón de sus fracasos y los atribuye a su capacidad personal y no a sus procedimientos\", concluye Gasalla.
La gran mayoría de los universitarios estudia donde puede, aunque pareciera que esto no le impide lograr una atención adecuada. La encuesta de la Universidad Austral revela que el 33 por ciento tiene algo a la vista que pueda distraer su atención. Sólo un 22 por ciento de los encuestados afirma que estudia con televisión, radio o música y un 80 por ciento asegura no faltarle ningún material necesario para el estudio.
Influencia de los afectos y los problemas económicos
Las cuestiones afectivas, económicas, pedagógicas y emocionales son los obstáculos principales del alumno en el proceso de estudio. \"Los problemas afectivos y económicos constituyen las mayores dificultades a la hora de lograr aprendizajes. Aproximadamente un 65 por ciento de la población que consulta en el Gabinete Psicopedagógico manifiesta estos inconvenientes\", sostiene Pasquale.
A su vez, Gasalla afirma que \"cada vez llegan estudiantes con menor tolerancia a la frustración y mayores exigencias, que no son flexibles y que, incluso, no entienden que el error es parte del aprendizaje. Por otro lado, encontramos experiencias de aprendizaje fallidas y erróneas. Hay serias dificultades de expresión escrita y oral que son de base. Temores y prejuicios, baja autoestima. Contextos familiares y sociales nada contenedores, desmotivación y poca constancia y tolerancia al esfuerzo\".