Después de varias protestas estudiantiles —que incluyeron la toma de la facultad— en contra de las exigencias de las instancias examinadoras, las autoridades académicas resolvieron a mediados de año \"flexibilizar\" las condiciones y establecer una nueva oportunidad. La convocatoria fue para quienes habían desaprobado los exámenes en marzo y julio. También había quedado la instancia para los que en menos de un mes egresan del Polimodal y para los 42 que obtuvieron calificaciones de entre 35 y 40 puntos en el último recuperatorio y quedaron a un paso de ingresar.
En la inscripción se anotaron para la prueba 533 aspirantes, pero 110 directamente no se presentaron a rendir.
El examen extraordinario —que no tendrá recuperatorio— consistió en la resolución correcta, al menos, de 40 de los 60 ejercicios de matemática, física, química y biología. Se trata de contenidos de los programas del nivel de Enseñanza Media bonaerense.
El examen de ingreso a Medicina es el más exigente y polémico de los que se toman para llegar a las distintas carreras de la Universidad Nacional de La Plata. El requisito se instrumentó a partir de 1994 y desde entonces nunca lograron sortear los obstáculos más de 600 alumnos, aunque en algunas oportunidades las inscripciones superaron las 2.000. Por ello, la facultad ha puesto en práctica distintas estrategias de evaluación para nivelar los bajos niveles de conocimientos que obtienen los egresados del nivel medio, según admiten las autoridades académicas.
Para los alumnos, los exámenes encierran un \"filtro\" y un \"cupo encubierto\". Por eso los integrantes del Centro de Estudiantes de Medicina se enfrentan al decano, Miguel Salvioli. No obstante, el Consejo Académico insiste con mantener los niveles de exigencia.
Durante agosto, los alumnos tuvieron la posibilidad de asistir a un curso de apoyo gratuito en el que, además, les entregaron material de estudio. Se trató de cuatro clases —los sábados— a cargo de 10 profesores. Pero la propuesta sólo consiguió la asistencia de 20 estudiantes. La falta de respuesta sorprendió a las autoridades. \"Es un desastre, pero lo que más nos desilusionó es el poco interés que demuestran los jóvenes por el estudio\", dijo a Clarín el secretario académico de la facultad, Enrique Pérez Albizú, quien informó que en el mecanismo de apoyo para la prueba se incorporó un curso por Internet. Sin embargo, ningún interesado utilizó esa opción.
Los bochados tendrán hasta el 17 de diciembre para volver a ins cribirse y comenzar el curso de ingreso tradicional en febrero de 2005. Este último resultado —que se conoció ayer— no modificó demasiado a los anteriores: para el ingreso de este año se anotaron 1.298 estudiantes y apenas el 27 por ciento comenzó la carrera.