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Clarín: Habría suficientes pruebas para destituir al rector de la Universidad de Formosa

Las habría reunido una comisión investigadora. El rector ya había sido suspendido por quince días junto con uno de los decanos.

09 de diciembre de 2005, 12:35.

No tienen salvación, su situación es muy comprometida. Ya encontramos documentación que los incrimina y estamos buscando más. El rector de la Universidad de Formosa, Carlos Dalfaro, y el decano de la Facultad de Administración, Economía y Negocios, Héctor Carmelo Quijano, están complicados".
Los que hablan, todos integrantes de la Comisión investigadora de la Universidad, piden reserva de su identidad. Tienen miedo, hablan casi en secreto, miran para todos lados, intranquilos, y se cuidan, literalmente, las espaldas.
Dicen que tienen sus razones: un consejero estudiante, Sergio Fernández, fue amenazado de muerte, cara a cara. Y varios personajes están por todos lados, en auto o a pie, los mismos.
Esta Comisión tiene la responsabilidad de elaborar un informe sobre la supuesta entrega de títulos irregulares en el Instituto Cibernos España en la que está involucrada la Universidad de Formosa y el World College de Ushuaia. Fue el Consejo Superior de la Universidad -el órgano máximo de gobierno—, el mismo que el lunes dio licencia obligatoria a Dalfaro y a Quijano por 15 días, el que los designó por unanimidad para esta tarea.
El informe final —que no es vinculante— debe estar listo para el jueves 15. Ese día se presentará al Consejo Superior.
Si en esta instancia se resuelve que hay suficientes pruebas para demostrar la responsabilidad de los dos funcionarios cuestionados en la entrega de títulos sin validez, el Consejo Superior puede convocar a una Asamblea Universitaria (la totalidad de los consejeros de todas las facultades de la UNAF) que con la simple mayoría de los votos (sobre un total de 84) podría votar la destitución de ambos directivos, Dalfaro y Quijano.
Si esto pasa, durante seis meses, la Universidad podría quedar en manos del vicerector, actualmente a cargo del rectorado, Martín René Romano.
Algunos de los profesores que encabezan esta investigación actúan en soledad. La Justicia no ha actuado y el poder político guarda silencio.
Aunque defienden la autonomía universitaria sienten que alguna señal del gobernador Gildo Insfrán sería una garantía para que esta investigación no corra el riesgo de quedar en la nada.
"Desde mi facultad se impulsó la creación de la comisión investigadora, a condición de que sesionara permanentemente y la suspensión en los cargos del rector Dalfaro y del decano Quijano. Ahora nos queda seguir investigando. Pero reitero que existe un alto grado de sospecha sobre ellos", aseguró a Clarín el decano de la Facultad de Recursos Naturales, Julio César Gómez.
Dos funcionarios cercanos al Ejecutivo provincial confirmaron que entre ayer y el miércoles, Dalfaro recibió en su casa la visita de algunos políticos influyentes. En esa reunión, según las mismas fuentes, el rector habría asegurado que se va defender, y no respondió sobre la posibilidad de renunciar a su cargo.
¿Por qué preocupa tanto a algunos que la Universidad de Formosa esté involucrada en una supuesta estafa de títulos? "La Universidad quedó herida de muerte por esta gente. El gobernador debe darnos una señal porque hiere su propio prestigio si no lo hace. Internacionalmente trascendió este escándalo de hombres inescrupulosos. No puede ser que continúen al frente de la Universidad", dijo a Clarín el contador José Gait, profesor titular de la Universidad y uno de sus fundadores, allá por 1988.
Es uno de los pocos que aquí en Formosa se anima a hablar con nombre y apellido. "¿Qué puede pasar en la Asamblea Universitaria, si va o no a destituir a los dos funcionarios cuestionados? Le respondo: la mayoría de sus integrantes son empleados públicos de la provincia en distintos niveles. Y creo que van a votar de acuerdo a lo que les indique el poder político".
Algunos integrantes de la Comisión investigadora viajan el lunes a Buenos Aires. Van a reunirse con el ministro de Educación Daniel Filmus, y con el secretario de Políticas Universitarias que viene siguiendo de cerca a Dalfaro y a Quijano.
Viajan a buscar pruebas y, sobre todo, apoyo político.
Victoria Tatti. FORMOSA. ENVIADA ESPECIAL vtatti@clarin.com
 
Las claves del caso
Formosa, Madrid, Pamplona y Ushuaia son escenarios de un negocio de la enseñanza donde la regla de oro, al parecer, es que nadie aprenda.
Los españoles Cibernos, Escuela Superior de Negocios (de Madrid) y Escuela ESINA (de Pamplona, Navarra) entregaban títulos de enseñanza media, terciaria y universitaria del World College (o World University) de Tierra del Fuego, y de la Universidad Nacional de Formosa
Las argentinas no tienen autorización nacional ni española para impartir educación a distancia internacional. Formosa sólo puede brindar la licenciatura en Historia como carrera a distancia. Y el World College carece de aulas y de actividad desde 2003.
Aunque desde la denuncia de Clarín Cibernos niega toda vinculación con las argentinas, hasta hace una semana mantenía en su página web el convenio para otorgar licenciaturas de la Universidad de Formosa, incluyendo fotos del rector y otros funcionarios formoseños. Además, el Ministerio de Consumo de España los multó por publicidad engañosa. Sólo esta semana borraron de la web toda mención al W.C y a la UNAF, pero siguen impartiendo sus cursos.
El diario El Mundo, de Madrid, revela que un estudiante de Cibernos puede, en apenas dos años, cursar un terciario y, en unos meses más, acceder a una licenciatura en Sistemas otorgada por la Universidad de Formosa (y equivalente a una ingeniería superior en informática en España). Si no hace falta aplicación ni constancia, sí se necesitan 7.400 euros y concurrir los sábados de 9 a 14 horas. Si no terminó el secundario, puede obtener con una hora y media de clase semanal (previo pago al World College de 1.800 euros) el título de bachiller polimodal.
Ante las denuncias, el Consejo Superior de la Universidad de Formosa envió a una licencia obligatoria al rector Carlos Dalfaro y al decano de la Facultad de Administración, Economía y Negocios, contador Héctor Carmelo Quijano, mientras se inicia la investigación por presunto otorgamiento irregular de títulos y asociación ilícita. Dalfaro negó días atrás que la Universidad de Formosa hubiera autorizado el dictado de clases en aulas extraterritoriales. "Es cierto —ironizó desde el Ministerio de Educación Juan Carlos Pugliese, secretario de políticas universitarias de la Nación—. Los que autorizaron fueron Dalfaro y Quijano".
Alejandra Toronchik
 
Serio
Lo que comenzó con una denuncia de Clarín sigue ahora por otro camino: la Universidad Nacional de Formosa, en un deseable acto de autodepuración, está investigando la presunta entrega de títulos de manera irregular a estudiantes en España, y también la responsabilidad que le puede caber a sus máximas autoridades. Sin embargo, esto es un hecho administrativo. Y quizá no debiera quedar así. Es lícito plantear si no debería actuar de oficio la Justicia, ya que existe presunción de un delito. El que permitía que alguien pudiera, en poco más de dos años, terminar su secundario, completar su terciario y, además, lograr una licenciatura.
Eduardo San Pedro esanpedro@clarin.com

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