En medio de una crisis institucional por el sistema de ingreso de alumnos, mañana comienzan los exámenes de admisibilidad en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Plata. Las autoridades de la unidad académica decidieron tomar la prueba eliminatoria a 1.250 aspirantes, desconociendo el reglamento votado por el Consejo Superior de la UNLP, que prohíbe la selección de ingresantes.

El martes fue sancionada la or denanza que termina con los cursos de ingreso eliminatorios. En Medicina funciona el sistema desde 1992. La conducción y el cuerpo de profesores respaldan el método porque exigen nivel académico: "Manejamos vidas, no expedientes", insisten. Ayer advirtieron que está listo un recurso de amparo para presentar en la Justicia. El decano, Miguel Salvioli, se declaró en rebeldía e insiste con el cronograma de exámenes que se inicia este viernes. Veterinarias aplica el mismo sistema, pero sus autoridades acatarán la resolución del Consejo Superior (ver Radiografía...).

El episodio es apenas un síntoma del problema de fondo: cómo obtener excelencia con los presupuestos y la infraestructura actual de la universidad pública. La carencia formativa del nivel Polimodal, la falta de estimulación para la docencia y los escasos recursos para investigación resultan condicionantes. En la superficie, la pelea es por ingreso irrestricto o cupos encubiertos.

En los últimos años hubo presiones para que Medicina revise el criterio. Las denuncias revelan que la mitad de los ingresantes quedan afuera por la falta de aprobación de las pruebas nivelatorias.

En 2000 cursaron con examen de ingreso 1.252 y entraron 359 (apenas el 28%). En 2001 fueron 1.190 e ingresaron 377 (31%); en 2002, de los 1.005 aprobaron 346 (34%); hace dos años, 1.255 y 488 (38%); para finalizar 2004 con 1.298 anotados y 505 ingresantes a la carrera (39%). El viernes y sábado se presentarán 1.250 aspirantes. Deberán contestar 60 preguntas relacionadas con matemáticas, química, física y biología. Están obligados a responder 40 de ellas, en cualquiera de los ítem. En cuatro días estarán los resultados. El recuperatorio será antes de fin de mes. Para rendir el examen deben haber cumplimentado el 80 por ciento de las asistencias al curso. Las clases se dictaron de lunes a jueves, mañana y tarde. Según Salvioli, hasta hace doce años, un alumno tardaba 3.079 días entre la aprobación de la primera materia de la carrera y el título de médico. Ahora, tarda 1.570 días.

"Se lanzan candidaturas a la futura presidencia de la universidad, y hay gente que está buscando una asamblea universitaria para esos fines. Si entran 1.500 alumnos, en lugar de los 500 que tenemos hoy de promedio, son 1.000 votos más para el claustro estudiantil", explicó el decano. La denuncia tuvo una intencionalidad manifiesta: la moción en el Consejo Superior para el ingreso irrestricto fue presentada por Ramiro Berdesegar, consejero por los estudiantes de Medicina. Salvioli recibió el apoyo del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García. Y gestos adversos como el del Colegio Médico de la provincia de Buenos Aires: manifestó que la prohibición de admisibilidad "evita el elitismo donde sólo pueden estudiar los que pueden costearse una universidad privada".

Puntos de vista

Bochazos: Eduardo San Pedro, esanpedro@clarin.com

Hasta ahora, es un callejón sin salida: los alumnos llegan con una pésima base de la escuela secundaria y la universidad, en nombre de la excelencia, les exige en los exámenes de ingreso un nivel para el que no están preparados. Esto es lo que se mueve detrás de los repetidos ¿y en ocasiones bochornosos¿ "bochazos" en la Universidad Nacional de La Plata. Para romper este círculo de hierro, parece razonable ¿en principio¿ reclamar una mayor calidad educativa a la escuela media. ¿Y la Universidad? ¿Qué posaría si ¿de pronto¿ surge una generación de genios y todos aprueban el ingreso? Respuesta: no habría infraestructura suficiente para brindar a todos una educación de primer nivel. El "bochazo", entonces, sería general. 

Aquella polémica

El decano Miguel Salvioli afirmó haber recibido el "apoyo incondicional" del ministro de Salud de la Nación. El año pasado, en ocasión de un nuevo bochazo masivo en La Plata, Ginés González García criticó duramente a quienes se oponían a los exámenes de ingreso eliminatorios. El ministro avivó entonces la polémica al afirmar que la Argentina "no necesita más médicos, sino mejores".

"Esta es una educación de riesgo"

Las autoridades de Medicina no retroceden un milímetro en la defensa del curso de ingreso restrictivo a la Facultad. El decano, Miguel Salvioli, calificó de "facilista y demagógica" la resolución del Consejo Superior de la UNLP que obliga a modificar el carácter eliminatorio del sistema de admisibilidad a la carrera.

"Estas determinaciones juegan a favor de la educación privada, porque nivelan para abajo, y entonces la gente recurrirá a esas instituciones", fue el argumento del decano.

El funcionario académico adelantó los próximos pasos de Medicina. Además del recurso ante la Justicia federal, también está contemplada la posibilidad de realizar medidas de protesta. Los profesores podrían realizar cese de actividades. "Es un derecho constitucional", admitió Salvioli. Existe un antecedente: el año pasado, los docentes suspendieron una semana el dictado de clases y la toma de exámenes. Fue después del primer bochazo masivo en el ingreso y ante la presión que ejerció el Consejo Superior para "flexibilizar" el sistema.

"Medicina es una carrera de riesgo. No digo que esta Facultad es más importante que las otras, pero estamos obligados a formar a un profesional que tendrá en sus manos la vida de los pacientes", explicó.

Salvioli ¿decano desde mediados de 2004¿ agregó: "No tenemos capacidad para más de 400 o 500 alumnos por año. Si entran todos, nos tendrán que decir cómo hacemos para enseñar sin microscopios, preparados de anatomía o sin camas en los hospitales para los estudiantes avanzados."

Radiografía del sistema de ingreso en la UNLP

Medicina y Veterinaria eran las únicas facultades de la UNLP con cursos de ingreso eliminatorios. Con la nueva norma, si es que el reclamo judicial de Medicina no tiene éxito, deberán buscar alternativas para que los estudiantes que no aprobaron los exámenes puedan permanecer como alumnos regulares en los claustros hasta completar su nivelación.

El más estricto y riguroso es el sistema que utiliza Medicina desde 1992. Los ingresantes ¿todos los años se anotan entre 1.200 y 1.500 jóvenes¿ cursan casi dos meses clases de matemática, física, química y biología. Luego tienen dos oportunidades de aprobar el examen final. Hasta ahora, nunca lo superó más del 50%.

Veterinaria ¿donde llegan todos los años entre 700 y 800 alumnos¿ también tenía un mecanismo eliminatorio. Las autoridades de esa facultad dijeron que buscarán una alternativa para mantener en el sistema a los casi 150 estudiantes que fueron eliminados.

En Ciencias Económicas (2.500 alumnos por año) se realizan clases de apoyo desde febrero de la materia Introducción a la Economía. Después, los estudiantes están habilitados para anotarse en las asignaturas del primer año.

Para entrar a la carrera de Derecho (aproximadamente 2.300 ingresantes anuales) se exige la asistencia al 80% de los módulos de Introducción a la Vida Universitaria, al Conocimiento Científico y Comprensión de Textos.

Ingeniería tiene cursos a distancia y presenciales, con evaluaciones. Dictan matemáticas, física y geometría. Los jóvenes reprobados pueden inscribirse en un sistema nivelatorio que comenzó a fines de marzo. Ciencias Naturales prevé cursadas nivelatorias y obligatorias entre febrero y marzo. Contempla una prueba final y quienes son bochados pueden recuperar durante el año. Exactas tiene cursos que ¿de ser aprobados¿ habilitan para las asignaturas correlativas del primer año.