La Asamblea universitaria encargada de elegir un nuevo rector para la Universidad de Buenos Aires, convocada para hoy a las 9 de la mañana, parecía peligrar ayer a la noche en medio de fuertes rumores, sobre la intención de estudiantes de la Federación Universitaria porteña de impedir su concreción. Liderada por las agrupaciones que responden al MST y el PO, la FUBA discutía anoche la posibilidad de volver a tomar el Colegio Nacional de Buenos Aires, sede de la Asamblea.
 
Era el fin de un día agitado, iniciado a las 9 de ayer en una reunión de dos horas y media en el Consejo Superior de la UBA, plagado de cruces y acusaciones mutuas. Y que concluyó convocando para hoy a una Asamblea con un acceso limitado a "electores, consejeros titulares y suplentes, periodistas e invitados especiales". Con 14 votos contra 13, se acordó instalar personal no docente en la puerta y facultar al actual rector para —sólo en caso de necesidad— convocar a la fuerza pública. Se opusieron a esto los decanos de Ciencias Sociales, Federico Schuster; de Filosofía y Letras, Hugo Trinchero; de Arquitectura, Carlos Sorín y de Ciencias Exactas, Jorge Aleaga.
 
La Asamblea del martes fue impedida por graves cuestionamientos a la candidatura de Atilio Alterini y a la composición misma de la Asamblea. A Alterini, actual decano de Derecho, se lo señala por su desempeño en la Justicia penal y en la Intendencia durante la última dictadura militar, en los años 1976 y 1977 y 1981/82 respectivamente.
 
Además, presuntamente, porque entre sus apoyos habría personas ligadas al ex rector Shuberoff, acusado del desvío de fondos universitarios.
 
Por otro lado, tanto los que protagonizaron la toma del Buenos Aires como otros grupos que la repudian, critican la composición de la Asamblea Universitaria encargada de la elección. Es que (integrada por tres claustros que representan a los estudiantes, los graduados y los profesores) sólo se permite votar a los docentes titulares y adjuntos nombrados por concurso, dejando afuera a casi el 60% del plantel docente.
 
"Sólo si se depone la candidatura del procesista Alterini y hay un compromiso firmado por todas las partes de llamar inmediatamente a una convención estatuyente, nosotros ingresaríamos nuevamente a la Asamblea".
 
Consciente de la urgencia de tratar este tema el decano Federico Schuster preparó una propuesta concreta de solución, para exponer nuevamente en la Asamblea de hoy: lograr que los actores universitarios se comprometan a preparar durante un año la reforma de los estatutos de la UBA hoy cuestionados, coronando este trabajo con una asamblea estatuyente para 2007.. De este modo, dar una respuesta al problema, legitimada por el consenso y la discusión y no meramente coyuntural, como parece exigir hoy la FUBA como condición para no obstaculizar la elección.
 
"Debemos respetar la Asamblea y darle un contenido profundo: el de debatir qué universidad queremos. Y definir cómo refundarla, tal como fue necesario en 1958 —explicó Schuster a Clarín—. El rector elegido debe ser resultante de ese debate".
 
Ayer, los pasillos universitarios eran un hervidero de versiones: desde aquellas que señalaban que un grupo de 122 votantes encolumnados tras Alterini podrían reemplazarlo por un candidato menos polémico, hasta las que anunciaban que todo el progresismo podría encolumnarse detrás del decano Schuster, o que preveían la aparición de un "tapado": un candidato sorpresivo, proveniente de las filas de la investigación académica.
Alejandra Toronchik atoronchik@clarin.com