Luego de una breve aunque tensa contienda judicial, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires recuperará su normalidad administrativa esta semana. La misma había quedado interrumpida a principios de noviembre pasado, cuando una denuncia impidió que se completara la elección de delegados por el claustro de profesores y, por ende, del nuevo decano.
 
El intento de suspender el proceso eleccionario mientras todas las facultades se encontraban eligiendo delegados, suscitó serias sospechas: es que la UBA se encuentra en pleno proceso de elegir (además de delegados y decanos) a quien será su Rector desde el 4 de abril próximo. Un puesto para el cual se postula, entre otros, el actual decano de Agro nomía, Fernando Vilella, quien tenía el apoyo de cualquiera de las dos listas de profesores.
 
De modo que, quien impidiera la elección de profesores dejaba a éstos inhabilitados para votar a Vilella.
 
El Rectorado de la UBA es un puesto por lo menos tentador: Quien resulte elegido el 4 de abril, estará a cargo de la mayor universidad del país, con un presupuesto de 515 millones de pesos, 300 mil alumnos (la cuarta parte de los universitarios nacionales) y el 30 por ciento de la investigación científica de todo el país, con sus correspondientes alianzas productivas y empresariales.
 
Con él sueñan —como ya informó Clarín— hombres de distinto signo ideológico: el propio Vilella, además de los decanos Atilio Alterini (Derecho), Pablo Jacovkis (Exactas), Alberto Boveris (ex vicerector de la gestión Shuberoff), Aníbal Franco (ex decano de Veterinarias) y el actual rector, doctor Guillermo Jaim Etcheverry.
Alejandra Toronchik atoronochik@clarin.com