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Clarín: La universidad como un lugar de diálogo entre religión y saber

El intercambio entre lo religioso y el mundo del conocimiento es clave para fortalecer una conciencia ética.

01 de junio de 2005, 13:08.

El diálogo entre la religión y el mundo del saber no sólo es posible, sino que es clave en el fortalecimiento de una conciencia ética. El Papa Benedicto XVI —siendo el cardenal Joseph Ratzinger— dijo que, "en una sociedad dominada por el relativismo, donde pensar que se puede comprender la verdad esencial es visto como intolerante, excluir la verdad —además de ser un tipo de intolerancia muy grave— reduce las cosas esenciales de la vida humana al subjetivismo. De este modo, en las cosas esenciales, ya no tenemos una visión común. Cada uno debe decidir como puede. Perdemos, así, los fundamentos éticos de nuestra vida común".

La universidad es el gran lugar para ese diálogo. Ni qué decir si es católica. Benedicto XVI sostuvo que ésta "es algo más que una escuela profesional en la que aprendo física, sociología, química, si bien es muy importante una buena formación profesional. Una universidad debe tener como fundamento la construcción de una interpretación válida de la existencia humana. A la luz de este fundamento podemos ver el lugar que ocupan cada una de las ciencias, así como nuestra fe cristiana, que debe estar presente a un alto nivel intelectual. Debe haber un diálogo interdisciplinario profesores—docentes".

Esta problemática enmarcó el reciente III Encuentro Nacional de Docentes Universitarios Católicos (ENDUC III) en Huerta Grande, Córdoba. Más de 650 docentes de universidades católicas y de gestión estatal y privada asistieron a conferencias y talleres sobre los desafíos del pensamiento universitario católico argentino. El encuentro contó con la presencia del prefecto de la congregación para la Educación Católica del Vaticano, cardenal Zenón Grocholewski, quien consideró al relativismo como uno de los males de nuestro tiempo. Y subrayó, además, que la verdad es fuente y garantía de la libertad.

En la apertura, el presidente de la comisión de Pastoral Universitaria del Episcopado, monseñor Estanislao Karlic, destacó el aporte que debe hacer la fe cristiana a la cultura universitaria y a la cultura en general. "La universidad debe ser la casa de la verdad, de la libertad, del hombre nuevo. Y Jesucristo es la medida de todas estas realidades", dijo. "Como docentes católicos debemos ofrecer la luz del Evangelio, proponer la verdad de Cristo, testimoniarla, no callarla, porque se la debemos al mundo por amor a Jesús".

Luego, en diálogo con VALORES RELIGIOSOS, dijo que la primera palabra que debemos dar es el propio testimonio de vida. "Hoy necesitamos testimonios de docentes cristianos que se jueguen por la verdad, por principios morales, filosóficos y teológicos certeros. Como profesores católicos tenemos la desafiante tarea de hacer que cada estudiante, cada hombre sea más hombre. En el contaco personal debemos salir al encuentro del otro, ser su maestro, servirle con grandeza siendo conscientes de que además de formar un profesional, debemos formar el corazón de un gran hombre".

Para Beatriz Balián de Tagtachián, del Centro de Investigaciones Sociológicas de la UCA y moderadora del ENDUC III, las palabras de Karlic fueron centrales para la reflexión posterior. "Creo que el desafío que tenemos como docentes católicos es reconocer nuestra identidad: sabernos criaturas de Dios. Preguntarnos quiénes somos y qué podemos y debemos hacer. Pensar cómo podemos mejorar nuestra tarea en este encuentro personal con el otro—estudiante, a través de nuestro testimonio".

El secretario ejecutivo de ENDUC III, Guillermo Cartasso, explicó que "a lo largo del encuentro se trabajó sobre dos ideas fuerza. La primera —puntualizó— fue el tomar conciencia del compromiso que tenemos como profesores cristianos de salir al encuentro de las necesidades concretas de los argentinos, de atender los problemas del país. La universidad no puede convertirse en una isla de pensamiento, sino que tiene una misión social".

"La segunda idea -añadió Cartasso- fue la necesidad de acrecentar el diálogo entre los distintos sectores para hacer aportes edificativos al proyecto de nación con miras al bicentenario. Como docentes católicos creemos que la fuente de la verdad se encuentra en Cristo. A partir de las enseñanzas del Evangelio queremos colaborar para iluminar y discernir las verdades particulares de la bioética, de la familia o el derecho", señaló.

* Agustina Lanusse

Una visión cristiana

"Los alumnos que entran a una universidad católica tienen derecho a recibir lo que se les ofrece: una formación humanista y cristiana, que va más allá de los contenidos científicos, ya que lo que en realidad ofrecemos es una formación para la vida". Lo afirmó el embajador Vicente Espeche Gil en el panel sobre "Misión del docente universitario católico argentino en el camino al bicentenario" realizado durante el UNDUC III.

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