A mediados de los 90, esta brecha en los ingresos rondó el 25%. A partir de entonces fue subiendo y con la crisis llegó al 30% y, en la última medición, alcanzó el récord del 34,3%
Los datos del INDEC, del primer semestre de 2004, indican que la gente ocupada, como obrero, empleado, cuentapropista o profesional, en promedio, gana 645 pesos por mes. Pero mientras los hombres ganan 754 pesos, las mujeres cobran apenas 495,60 pesos.
En la Capital y el Gran Buenos Aires, el ingreso medio de los varones es de 832 pesos y el de las mujeres de 549 pesos, con una brecha del 34%.
Desde la devaluación, y a pesar de la inflación, el ingreso de las mujeres aumentó muy poco. De ese modo, desde fines de 2001, acumula una pérdida real del 32,4%. En cambio, los ingresos de los hombres se achicaron menos: cayeron un 23,5%.
Este fenómeno se explica, en parte, por el \"perfil femenino\" de ciertas actividades. Aquí, el cuadro de situación:
Las mujeres ocupan mayoritariamente puestos de baja calificación, como es el caso del servicio doméstico.
También son mayoría en los planes sociales, con ingresos de 150 pesos mensuales.
Una mayor proporción de mujeres trabaja en el sector público en tareas administrativas o actividades docentes.
La presencia femenina en el sector informal (\"en negro\", que paga sueldos más bajos) supera a la de los hombres.
También pesa que cada vez más mujeres quedan al frente de sus hogares, en muchos casos con hijos menores, y tienen que salir a trabajar aceptando empleos de pocas horas, sueldos bajos o condiciones más precarias.
Pero lo que más llama la atención de los datos oficiales, es que según el nivel educativo, entre los graduados universitarios, hay más mujeres trabajando que hombres. Y en ese segmento de los más calificados la brecha de ingresos es mayor aún ya que alcanza al 45,9%
En promedio, los hombres con ese nivel educativo ganan 1.633 pesos y las mujeres, 883 pesos. Y hay un 30% más de mujeres graduadas que trabajan que graduados varones.
Según los especialistas, el acceso de las mujeres a los puestos profesionales y directivos es más difícil y hay más mujeres que hombres que trabajan en empleos inferiores a la calificación que tienen. A igual nivel educativo, las empresas prefieren a los varones y sólo se inclinan por emplear mujeres si tienen una formación educativa superior al hombre.
Otro factor que pesa es el perfil de las carreras universitarias. Las mujeres son mayoría en las carreras humanísticas, mientras los hombres prevalecen en las técnicas, más remunerativas.