Los investigadores aclararon que las vitaminas no representan de ninguna manera una cura o sustituto para la terapia antiretroviral. Sin embargo, para las mujeres desnutridas de Africa o Asia, con pocas esperanzas de conseguir medicamentos mejores, las vitaminas son una forma segura y barata que les otorga algunos meses más de vida y una calidad de vida mejor antes de la muerte, según asegura este estudio, publicado ayer en el New England Journal of Medicine.
"Este estudio es importante para los países en vías de desarrollo, y muy en especial para las mujeres embarazadas y para las que se encuentran en la etapa posparto, que son un grupo vulnerable desde el punto de vista de la nutrición", explicó Lynne Mofenson, jefa de la unidad de pediatría y sida durante la maternidad en el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, dependiente del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos.
Richard Marlink, que colabora con los programas de tratamiento en seis países africanos, como director del Harvard AIDS Institute, señaló que este estudio lo va a llevar a recomendar vitaminas a sus pacientes. "Esto es emocionante porque cuesta centavos y puede aplazar ese momento en que uno necesita comenzar a realizar tratamientos con drogas que son caras y además tóxicas", comentó Marlink.
Este estudio, dirigido por la Facultad de Salud Pública de Harvard y la Facultad de Medicina de la Universidad Muhimbili de Tanzania, siguió de cerca a 1.078 mujeres de Dar es Salaam (capital de Tanzania) en el período comprendido entre 1995 y 2003. Las mujeres comenzaron a participar del estudio mientras estaban embarazadas. Ninguna de ellas tenía acceso a los cócteles antisida. En estos casos, la noticia de la infección supone una condena a muerte por tuberculosis, meningitis, neumonía, sarcoma de Kaposi u otras infecciones.
La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de 6 millones de personas en los países pobres están lo suficientemente enfermas como para necesitar antirretrovirales, en tanto que 25 millones, o más, los necesitarán muy pronto. Sólo 400 mil personas, aproximadamente, ya reciben estos medicamentos.
Los intentos hechos hasta el momento para aumentar ese número registraron un avance muy lento a raíz de los elevados precios de las drogas, las luchas por las patentes, la reticencia de los dirigentes africanos para admitir que sus países sufren una epidemia y la incapacidad de los sistemas de salud para reunir una cantidad suficiente de médicos, enfermeras y laboratorios.
El estudio llegó a la conclusión que vitaminas con un costo de menos de 15 dólares anuales pueden prolongar la vida de gente que espera ser rescatada de la enfermedad. Los suplementos vitamínicos no atacan al virus pero refuerzan el sistema inmunológico del organismo.
El estudio de Tanzania descubrió que hubo un 30 por ciento menos de muertes en el grupo de mujeres que tomaron vitaminas durante el tiempo que duró esta investigación.