De esta manera, los estudiantes podrán mantener una vieja tradición sin entorpecer el tránsito, ensuciar a los vecinos y evitar accidentes por el engrudo que queda sobre la vereda.
El año pasado una abuela terminó con una fractura luego de resbalarse cuando ensuciaban a un egresado en la puerta de la facultad.
Los recién recibidos dispondrán de un sector ubicado entre edificios académicos, en la avenida 7 entre 47 y 48. En ese lugar fue remodelada una gran rejilla para que los empleados no docentes afectados a la limpieza puedan retirar con facilidad los elementos utilizados en los escraches estudiantiles.
La decisión es parte una campaña establecida por las autoridades de la Facultad de Derecho de la UNLP, para concientizar al alumnado sobre las reglamentaciones vigentes para evitar desmanes durante los festejos de recibidas en la vía pública, que prevén sanciones disciplinarias de hasta 30 días de suspensión en la unidad académica por las indisciplinas.