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Clarín-Lunes 21: Se graduó con un promedio de 9,86 y casi no tiene trabajo

Otra paradoja de la Argentina. La profesora de Letras que se recibió en 2004 con el mejor promedio de la Universidad Nacional de Misiones apenas dicta cuatro horas semanales de clase en un colegio de Posadas. Sin embargo, con 33 años y tres hijas, Paola Fabiana Toledo encaró un nuevo desafío: obtener la licenciatura. Y para ello sólo le resta presentar su tesis.

22 de noviembre de 2005, 11:18.

La historia de Paola fue publicada ayer en la sección Lectores de Clarín, gracias a una carta que enviaron al diario sus compañeras, quienes describieron el esfuerzo que realizó esta mujer para poder estudiar (ver "Te ponemos..."). Las amigas contaron que el jueves Paola recibirá el premio anual de la "Academia Argentina de Letras" (ver Premios...) y que sueña viajar a Buenos Aires con sus hijas Sabrina, de 7 años; Bianca, de 5; Tiziana, de apenas cuatro meses y su esposo Rodolfo De Luca. Las autoridades de la Universidad prometieron que iban a ayudarla con los gastos y Paola aún espera reunir el dinero para los pasajes.
La chica jura que su impresionante promedio de 9,86 fue algo casi accidental y que recién cuando cursaba la mitad de la carrera se dio cuenta de que sus notas nunca bajaban de 9. Al finalizarla tenía veinticinco 10 y sólo cuatro 9.
Su amor hacia la literatura comenzó desde muy chica en Puerto Londero, un pequeño poblado recostado sobre el río Uruguay, donde se habla portuñol, una mezcla de castellano y portugués. Allí sus padres ejercieron la docencia rural durante años. "Mi padre nos inculcó el valor de la lectura, la biblioteca era un espacio central en casa", le contó a Clarín Toledo, que también incursionó en la carrera de periodismo.
Cuando se anotó en Letras, en 1999, su hija mayor tenía un año y siete meses y la segunda apenas tres meses. "Rodolfo me la llevaba a clases para que le pudiera dar de mamar entre curso y curso", recuerda. Después, cuando las nenas crecieron, tomó protagonismo la abuela Vicky, que se encargó de cuidarlas mientras Paola trataba de no perder una sola clase.
La chica también se hizo tiempo para ayudar a la economía familiar. "Trabajé como empleada administrativa y dando clases particulares", cuenta. Pero la crisis arrasó algunos sueños: "Mis padres habían sacado un crédito y nos compramos una casa, pero tuvimos que malvenderla para cancelar la hipoteca y ahora estamos en este departamento porque nos ayudan a pagar el alquiler". Durante meses la pareja estuvo sin trabajo, pero se las ingeniaron para salir adelante.
"Desde la mitad de la carrera me di cuenta de que mis notas eran altas. Eso fue un compromiso para no defraudar a los que apostaron a mis estudios", dice. Paola no se olvida de su Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales: "Es pública y gratuita. Los docentes siempre apoyan a los alumnos, sentí que estuvieron a mi lado". El año pasado se sumó al equipo de investigación de la profesora Ana María Camblong, quien lleva adelante una especialización en Alfabetización Intercultural. Desde allí pretende "dar respuesta a las necesidades educativas de la provincia". Además, está adscripta ad honorem a la materia Gramática II de la Licenciatura y Profesorado en Letras y de Portugués. "Es una forma de devolverle a la Universidad algo de lo que me dio en todo este tiempo", asegura.
Paola adelantó que pronto comenzará a trabajar en su tesis. "Quiero pensar y proponer textos alfabetizadores para la enseñanza de la lengua en contextos interculturales desfavorables", cuenta.
Este año, algunas semanas, llegó a tener, como profesora, 18 horas semanales de clase. "Eran todas suplencias. Tenemos un sistema perverso. El Estado paga buena parte del sueldo en negro y los docentes evitan jubilarse porque saben que sus ingresos van a disminuir. Por eso nos cuesta insertarnos en el mercado laboral", explica.
Pero Paola no baja los brazos. Sabe que el difícil camino que un día eligió con Bianca en brazos recién comienza.
 
"Te ponemos un 10 como persona"
"Ser buen estudiante es lo que todos perseguimos, pero esta no es la historia... Paola, nuestra Paola, aparte de ser una brillante estudiante, es mamá de tres nenas de 7, 5 años y de una preciosura de apenas 4 meses".
Este es uno de los conmovedores párrafos de la carta que enviaron a Clarín Liliana Rodríguez Nelly, Norma Bueno y otras amigas y compañeras de estudio de Paola Fabiana Toledo, la misionera que se graduó en la Universidad Nacional de Misiones como profesora de Letras con 9,86 puntos. Allí describieron el esfuerzo de esta mujer de 33 años que terminó su carrera mientras criaba a sus hijas y trabajaba. Su historia fue publicada ayer en la sección Lectores de este diario y aquí se repiten algunos fragmentos:
"Paola: súper estudiante, súper mamá y súper humilde a pesar de que hace ya tiempo que fue mencionada como la mejor alumna, nadie sabe de su historia, de su esfuerzo y de las condiciones humildes en las que vivió y vive: problemas económicos y de todo tipo no le impidieron seguir adelante.
En un país donde los valores parecen haberse perdido, donde para muchos estudiar es un lujo, donde la educación no parece ser prioridad, nosotros queremos que el país sepa de y conozca a nuestra Paola.
El 24 de noviembre Paola Fabiana Toledo debe recibir su medalla en la Academia Nacional de Letras de Buenos Aires. Sabemos que le gustaría viajar con sus hijas y con sus padres. No se cansa de decir que ellos le dieron fuerzas siempre para seguir adelante.
Queremos que todos conozcan esta historia de amor, esfuerzo y pasión por las letras. Felicitaciones, profesora Paola. Tu promedio fue de 9,86 pero nosotros te ponemos un 10 como persona."
 
Premios de la Academia para cuidar el idioma
Impulsar el estudio de las particularidades del español en la Argentina, otorgarles a los escritores la "significación social que les corresponde" y cuidar la "corrección y pureza" del idioma. Con esos objetivos se creó por decreto la Academia Argentina de Letras el 13 de agosto de 1931. Desde entonces mantiene estrechos vínculos con la Real Academia Española y con las academias de Latinoamérica, Estados Unidos y Filipinas.
Actualmente, la preside el profesor e investigador Pedro Luis Barcia. El escritor José María Castiñeira de Dios es académico honorario, mientras que Alicia Jurado, Horacio Armani, Santiago Kovadloff, Emilia Puceiro de Zuleta y Alicia María Zorrilla son algunos de los 17 académicos de número.
En 1984, la entidad comenzó a otorgar el premio anual Academia Argentina de Letras —medalla y diploma— a los egresados de las universidades públicas y privadas del país que hayan obtenido el promedio más alto en la carrera de Letras. El jueves a las 18.30, en el Palacio Errázurriz (Av. del Libertador 1902), lo recibirán 36 graduados de los años 2003 y 2004.
También se entregará en el mismo acto el premio literario Academia Argentina de Letras —instituido en 1994— a la escritora Cristina Bajo en el rubro narrativa, por su libro "Tú, que te escondes".
 
Los súper promedios
Paola Toledo se recibió de profesora en Letras con 9,86 puntos, el mejor promedio de la Universidad Nacional de Misiones. Por eso será una de las egresadas que recibirá el premio de la Academia Argentina de Letras. El secretario nacional de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, confirmó que se trata del promedio más alto del país en esa carrera.
Sin embargo, según informó a Clarín Inés Bosch, de la Academia, Toledo se ubica detrás de Ernesto Molina Ahumada, de la Universidad Nacional de Córdoba, quien alcanzó 9,97 puntos. De todas maneras, centésimos más o menos, todos los premiados son merecedores del reconocimiento.
Ernesto Azarkevich. POSADAS. CORRESPONSALIA misiones@clarin.com

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