"Al debatir esta ley ponemos en el centro de la discusión el modelo de país que queremos para las próximas décadas". Con esta frase, el presidente Néstor Kirchner jerarquizó al máximo el debate nacional que puso en marcha ayer junto al ministro de Educación, Daniel Filmus, por una nueva ley de Educación.
 
El acto fue en el luminoso Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Estaba al tope (Ver "Un acto..."), en sintonía con el debate de "una punta a la otra" de la sociedad que reclamó Kirchner y que abrió, oficialmente, mediante la firma de un decreto. El clima era pretendidamente fundacional: "Es una invitación a soñar, a imaginar la escuela que merecen nuestros hijos", convocó el ministro Filmus; "Queremos recuperar el sentido de escuela pública, la alegría de enseñar ...", dijo el maestro Hugo Yasky, titular de CTERA.
 
El Gobierno ya tiene en sus manos el primer sondeo de opinión —publicado ayer por Clarín— donde, por ejemplo, el 96 por ciento de los encuestados se inclina por la secundaria obligatoria, tres años más que los que fija la actual Ley Federal de Educación, sancionada en 1993. Aunque un punto clave de esta flamante discusión será la homogeneización de la estructura educativa, ya que esta norma permite que hoy convivan en el país 54 modelos educativos diferentes.
 
A modo de encauzar las ideas por venir, también ayer durante el acto se distribuyó el llamado "Do cumento para el debate", donde se postulan 10 ejes para ser discutidos. Ellos concentran los principios en los que debería basarse la nueva ley:
 
Garantizar que todos tengan acceso y permanezcan en el sistema educativo.
 
La buena calidad de la educación es un derecho de todos.
 
Garantizar el derecho a ser reconocido y respetado en su lengua y en su cultura.
 
El derecho a una educación a lo largo de toda la vida.
 
El derecho de la familia a participar en la educación de sus hijos.
 
El docente como sujeto de derecho: garantizar condiciones dignas de trabajo, de formación y de carrera.
 
Garantizar el derecho de los alumnos a tener escuelas en condiciones materiales dignas.
 
El derecho de todos a participar del desafío educativo.
 
El derecho de todos a conocer y dominar las nuevas tecnologías de la información.
 
Poner el gobierno de la educación al servicio de los objetivos de calidad para todos.
 
Según el decreto presidencial, la consulta y los debates serán orientados por el Ministerio de Educación ¿Cómo será su puesta en práctica? Hay canales creados y otros que deberán crearse. Por ejemplo, se prevé la puesta en marcha —concertada con todas las jurisdicciones educativas—, de "jornadas de reflexión y discusión" en las escuelas para recabar las propuestas de maestros, de no docentes y de padres. Y se realizarán encuestas de opinión para conocer las ideas de un número importante de ciudadanos.
 
En principio, a través del portal Educ.ar del Ministerio se puso en funcionamiento una página (http://debate-educativo.educ.ar) para acceder tanto a los materiales producidos como a la agenda de reuniones públicas. Ya está disponible allí el "Documento para el debate".
Según el cronograma oficial, esta etapa no debería llevar más de cinco meses. Mayo es el mes de consultas a instituciones y especialistas; junio, el de debate, encuestas y jornadas en las escuelas; julio, de sistematización de los aportes; agosto, el de una primera redacción del proyecto; nuevas consultas en setiembre y redacción final y elevación del proyecto al Congreso en octubre. "A fin de año —dijo ayer Kirchner— ojalá podamos decir que tenemos ley".
Liliana Moreno limoreno@clarin.com