La Conadu Histórica había resuelto mantener los paros hasta que el plenario de hoy resuelva el levantamiento o la continuidad de las medidas de fuerza, a partir de la aceptación o el rechazo que cada una de sus asociaciones de base le dio a la propuesta oficial acordada el sábado: centralmente, una suba promedio del salario de bolsillo del 28% y el blanqueo de todas las sumas negro.

"Si bien hay un cambio de situación por la firma del acuerdo, las universidades están analizando hoy (por ayer) la propuesta en asambleas en tanto se mantienen lo paros, como lo habíamos programado. Nuestro énfasis en este momento está puesto en la consulta a todos", dijo el secretario general de Conadu Histórica, José Luis Molina.

El panorama que trazó la Conadu es otro: "La actividad sigue normal en Formosa, La Plata y Mar del Plata, que no estaban en paro. En cambio, en Entre Ríos se levantó la medida de fuerza igual que en San Luis, después de más de un mes y medio de huelga y toma de la universidad", explicó su secretaria general, Anahí Fernández. Y agregó: "En Córdoba, Río Cuarto y Rosario siguen las asambleas y algunas se van a prolongar hasta mañana (por hoy)".

Fernández dejó con final abierto el panorama de los próximos días: "Nuestros gremios de base —dijo—, independientemente de las medidas que se tomen a nivel nacional, pueden votar la suya. La semana pasada, por ejemplo, la Conadu no había votado medidas de fuerza pero alguna regional, como Córdoba y San Luis, las llevaron adelante".

Por otro lado, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Guillermo Jaim Etcheverry, describió como "muy positivo" el acuerdo salarial alcanzado el sábado. "Si bien esto no resuelve el problema, porque el retraso es muy grande, creo que son señales sumamente importantes y positivas", dijo ayer en declaraciones a radio Mitre.

"Hay muchas señales alentadoras —agregó— que están surgiendo en todos los campos, en el Gobierno y en el campo privado, acerca de la trascendencia que tiene la educación para el país". Para Jaim Etcheverry, esta recomposición salarial representa "el comienzo de un camino. Han quedado planteados temas como el de los muchos docentes que trabajan de manera honoraria o el de las jubilaciones. En fin, poco a poco se va ubicando a la tarea docente en la jerarquía social que corresponde". Y concluyó: "Es inútil que digamos que la educación nos preocupa si los docentes no pueden vivir honestamente de su trabajo".