El examen de ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) está diseñado para que (los alumnos) no puedan contestar las preguntas". La denuncia del rector de la UNLP, Gustavo Aspiázu, marca el nivel de enfrentamiento por la admisibilidad en las unidades académicas de la capital bonaerense e insinúa un conflicto institucional que puede terminar en la Suprema Corte de Justicia.
Hasta ayer, la pelea era dialéctica. El terreno admitido pasaba por el discurso y la resolución por la justicia federal. Pero, Aspiázu acaba de instalar la sospecha: "Las pruebas están diseñadas para que no puedan contestarse. Además, muchos de los contenidos no son específicos de la disciplina y las pruebas tienen arbitrariedades", dijo el rector de la UNLP. El decano de Medicina, Miguel Salvioli, no tardó en responderle: "Nosotros no les exigimos contenidos de la carrera, sino tan sólo contenidos del secundario. Además, nos gustaría saber qué quiere decir Azpiázu cuando habla de arbitrariedades", contraatacó Salvioli.
Hace unos días, 862 aspirantes al ingreso en Medicina rindieron el último recuperatorio del curso. Sólo 75 de ellos logró aprobarlo. En la primera mesa examinadora se habían presentado 1.250 estudiantes quienes debieron contestar un cuestionario de 60 preguntas sobre Matemáticas, Física, Química y Biología. Entonces, el 24 por ciento de los aspirantes superó el test eliminatorio. Finalmente entraron a la carrera 376 jóvenes, el 31 por ciento del total de los anotados en 2005.
Esas evaluaciones se tomaron en medio de un litigio judicial originado por la decisión del Consejo Superior de la UNLP de prohibir los cursos de admisibilidad en sus facultades. Salvioli, consideró avasallada la autonomía de la facultad y presentó un recurso en la Justicia Federal.
A las pocas horas, la Cámara de La Plata determinó una medida cautelar e instaló nuevamente la admisibilidad, hasta tanto se resolviera la cuestión de fondo. Esto es, ingreso irrestricto o con cupos. Salvioli entiende que la infraestructura de la unidad académica resultaría desbordada por los ingresos masivos.
El Consejo Superior propone la realización de cursos nivelatorios, fuera de la cursada, para que los aspirantes reprobados "no tengan que volverse a sus casas". Aspiázu coincide en que la "eliminación" debe desarrollarse dentro de las facultades y no "en la puerta". Para Salvioli, algunos dichos "bordean la demagogia". "Esta es una carrera de riesgo porque manejamos vidas humanas y la formación de médicos no permite improvisación", agregó el cuestionado decano.
Con este nivel de confrontación, el dictamen de la Cámara seguramente será apelado por las partes hasta la Corte.