El Anuario de Estadísticas Universitarias 1999-2003 —elaborado por el departamento de Investigaciones e Información Estadística de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación— es el primero que el Estado produce desde 1998.
Allí se revela, entre otras cosas, que hoy, en la Argentina, existen 100 universidades, entre facultades nacionales, privadas, extranjeras, provinciales o institutos universitarios. Y que sobre los 1.243.368 estudiantes que había en 1999, hoy estudian 1.493.556 personas, \"un índice de crecimiento normal, que acompaña la tasa de crecimiento demográfico del país. Y que podría cambiar en los próximos años dado que la tasa de natalidad está bajando —explica Marta Kisilevsky, coordinadora de la investigación—. También (y ya en el terreno de las hipótesis) hay una búsqueda de inserción laboral y ascenso social: a pesar de la crisis, los universitarios ganan todavía más que los que no lo son\", agrega.
En estos complicados cinco años, el aumento en la cantidad de alumnos universitarios se registró tanto en las universidades estatales (a un promedio del 4.8% anual) como en las privadas (con un 4% anual), \"pero en éstas se registró un descenso en 2002 causado por el estallido de la crisis, que llevó a muchos alumnos de vuelta al sistema público\", explica Kisilevsky.
Ubicadas con poca democracia geográfica, la mayoría de las universidades hoy se concentra en la Ciudad de Buenos Aires (el 36,4%, con 185.043 alumnos), mientras que Tierra del Fuego, Santa Cruz, Jujuy y Catamarca oscilan, apenas, entre el 0.1 y 0.3% del alumnado. Sin embargo —y a favor de la descentralización—, se registró un lógico aumento de matrícula en las universidades del conurbano bonaerense, a medida que se hicieron más conocidas y accesibles. La Universidad de San Martín, Sarmiento, Lanús, Quilmes y Tres de Febrero aumentaron entre el 19 y el 32.5% cada año. También crecieron las públicas de Patagonia Austral (11.9% anual), Córdoba (1.9%) y la UBA (3.8%). Pese a datos que indicarían que la mitad de los inscriptos abandona en primer año, llama la atención que aumentó el número de graduados que pasó de 50.000 en 1999 a 74.000 en 2003: 56.441 de públicas y 18.357 de privadas. El número de egresados aumentó 11.7% cada año en las públicas y del 7.3% anual en las privadas. Un fenómeno para el cual en el Ministerio se discuten diversas explicaciones, aún sin definición.
Tendencia ya conocida, y confirmada por el informe: la mayoría de los estudiantes universi tarios son mujeres: el 55% del alumnado total y el 55.7% del total de egresados de 2003. Sin embargo, en las privadas alcanzan sólo el 49.1%, dato que podría tener conexión con que ganan el 30% menos que los varones a igual trabajo. Para encontrar la mayoría masculina habrá que buscar en las ciencias aplicadas (el 63%, básicamente en las ingenierías). Y el gran predominio femenino se da Bioquímica, donde el 70% son mujeres.
Los grupos de carreras que más crecieron entre 1999 y 2003 fueron las humanísticas (Artes, Educación, Filosofía, Historia, Letras, Psicología), en 10.3% anual. También subieron las llamadas \"básicas\" (Física, Química, Biología y Matemáticas), con un 7.5% anual. Para sorpresa de muchos, Matemáticas parece ser la estrella del período, que pasó pasó de 5.000 a 9.000 estudiantes en los últimos cinco años. Las ciencias de la salud y las aplicadas (Ingeniería, Arquitectura) tuvieron un incremento del 3.1 anual. Y las sociales (Derecho, Economía, Política, Sociología), un promedio del 4.3% anual.
En este cuadro, es interesante destacar que carreras que solían ser bastiones en el imaginario estudiantil nacional, como Derecho y Económicas vieron reducir por primera vez en años la cantidad de alumnos. Entre 1999 y 2003 —y en consonancia con los fuertes cambios de discurso político en el país—, Derecho pasó de 8.300 alumnos a 7.300 (en la UBA), de 2.500 a 2.000 (en Córdoba) y de 2.400 a 1.600 (en Rosario). También Ciencias Económicas pasó de 15.000 a 10.000 en la UBA y de 3.000 a 2.300 (en Córdoba). Aún así, siguen representando la mayor concentración de estudiantes (el 42.2% en estatales y el 57% en privadas).
En ese sentido, es probable que el Gobierno intervenga cada vez más en los intentos por desarrollar toda carrera emparentadas con la industria y con la producción. Según el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, \"hoy hay un modelo de país orientado a la producción. Son condiciones que permiten implementar políticas activas para orientar la matrícula hacia las áreas en las que detectamos mayores necesidades. Y en el marco de este modelo de desarrollo económico y social, hay carreras que obviamente adquieren un valor estratégico, para volver a contar con cuadros técnicos con excelente formación. En ese sentido, las becas a carreras definidas como prioritarias es una de nuestras estrategias centrales\".
Entre noticias alentadoras y alarmantes, entre el esfuerzo por crecer y aprender y las tantas maneras en que la crisis social y económica conspira contra la formación de nuevos profesionales, conocer éste y otros datos será una herramienta para trazar políticas educativas más cercanas a la realidad que a la cosmética.