Además la cifra aparece como muy alta en relación con lo registrado en la Capital Federal entre enero y setiembre del año pasado: con tres millones de habitantes, en ese período en Buenos Aires hubo 89 crímenes.

La nueva víctima en Santa Fe es Jorge Juárez, un licenciado en Ciencias Políticas que cursaba Abogacía en la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Desde hace unos cinco años vivía junto a su amigo, Ubaldo Schmidt, en una casa del barrio Sargento Cabral, una zona de clase media, a veinte cuadras del microcentro. Ambos estudiantes tienen sus familias en la ciudad de San Cristóbal, a 180 kilómetros de Santa Fe.

En el fin de semana, Schmidt había estado en la casa de sus padres. Juárez se quedó estudiando porque ayer tenía que rendir un examen. Ayer, cuando Schmidt volvió, encontró a su amigo muerto. Enseguida, avisó a la Policía y el comisario Omar López ordenó la intervención de la Sección Homicidios.

Cuando los investigadores llegaron al lugar, encontraron el cuerpo desnudo del joven asesinado, con la cabeza destrozada por un fuerte golpe. Al parecer fue atacado cuando dejaba la ducha. La víctima estaba recostada contra una pared del dormitorio.

Según fuentes policiales consultadas por Clarín, alrededor del cuerpo había elementos que podrían indicar que la víctima pasó sus últimas horas en compañía de una mujer: unos vasos y un cenicero con colillas de cigarrillos marcados con lápiz labial, así lo indicarían. Y se especula con la presencia de una tercera persona.

Todos esos elementos fueron secuestrados por orden del juez Dardo Rosciani. Y se supone que Juárez habría sido sorprendido porque no había signos de resistencia. Significaría que quienes estaban con él eran conocidos.

La Policía dijo que no había indicios de que la puerta de entrada hubiera sido violentada. Dentro de la casa todo estaba desordenado y, por la declaración del amigo de Juárez, faltaban electrodomésticos y hasta el auto de la víctima (un VW Gol bordó), que hasta anoche no había sido hallado.

En San Cristóbal, la familia de la víctima es muy conocida. Allí desarrollan actividades agropecuarias y comerciales. Jorge era el menor de 5 hermanos y tenía una buena posición económica.

Los vecinos contaron a Clarín que los dos estudiantes que alquilaban la casa donde ocurrió el crimen, eran muy respetuosos y educados y que jamás habían tenido quejas por su comportamiento. Y coincidieron en que el barrio, que hasta hace unos años era muy tranquilo, se está convirtiendo en escenario frecuente de hechos violentos.

Según Máximo Sozzo (profesor de Sociología y Criminología de la UNL) esta violencia en la ciudad de Santa Fe tiene una explicación: \"más allá de potenciales defectos en la confección de estadísticas oficiales, se debe al crecimiento de la vulnerabilidad y la exclusión social. La violencia aparece como una expresión del malestar social frente a la situación de mucha gente que no tiene un lugar bajo el sol y a la distancia que los separa de los incluidos socialmente\".