Mientras la clonación se gana las miradas de los tomadores de decisión política y de la sociedad en general, aún subsisten otros males mucho más "remediables", aunque poco visibles y "rentables" (especialmente para la industria farmacéutica): las enfermedades abandonadas. Como se califica a la tuberculosis, la enfermedad de Chagas (que se encuentra en toda América latina), la del sueño (principalmente está en Africa), la lepra, el dengue, la Leishmaniasis, la malaria, entre otras, que matan a millones de pobres por año y para las cuales casi no hay tratamientos disponibles. Sin embargo, con el conocimiento científico y tecnológico actual, esas patologías podrían estar mejor controladas.
Por distintas razones no lo están: falta de información en las poblaciones en riesgo, poca inversión pública y privada en estudios regionales, y la escasez de tratamientos efectivos (por ejemplo, hay un solo medicamento para tratar el Chagas, con más de 2 millones de infectados en la Argentina).
En los últimos 25 años, 1393 medicamentos originales salieron al mercado. Sólo el 1% (13 drogas) fueron para enfermedades abandonadas. Entre esas 13 drogas, sólo 3 se hicieron con el propósito de enfrentar una enfermedad de los más pobres (el resto se hizo con fines militares o veterinarios). Si se avanza, la técnica de clonación puede traer soluciones, pero no las traerá para todos.