\"Planteamos una teoría en la que todas las industrias actúan como los componentes de un ecosistema natural, donde la materia prima siempre se recicla\", explicó Martino. Tuvieron un arranque alentador, su propuesta ya cuenta con el apoyo de las autoridades del municipio y de la empresa a cargo del parque industrial. Una vez en acción, deberán demostrar que los residuos orgánicos generados pueden derivar en la generación de biogás y así abastecer a una central de producción de energía eléctrica y calórica que permitiría cubrir las necesidades de la planta de tratamiento de residuos.
También quedó al descubierto que estos desechos son factibles de reutilizarse para la generación de compost, un elemento empleado como abono de las áreas verdes del complejo. \"Los flujos en un ecosistema son cíclicos; lo que llega a los productores de una cadena pasa a los distintos niveles de consumidores y los desechos son procesados para volver al ciclo en forma de energía y nutrientes\", comentó Viano a la hora de brindar una explicación teórica sobre el asunto.
Asimismo, las estudiantes comprobaron que de este material se obtienen varios elementos de construcción de los más diversos orígenes, como plásticos, cartones, vidrios, metales y escombros, entre otros. En su proyecto, las futuras arquitectas prepararon muestras donde reemplazaron la arena del hormigón por aserrín o plástico triturado, con el cual obtenían un producto final más liviano. Pero, sin dudas, lo que más sorprendió fue la idea de recurrir a pilas usadas, luego de un debido tratamiento, para sostener los cimientos de las construcciones.
Con el fin de hacerlo palpable y concreto, Martino y Viano diseñaron una planta de tratamiento y reciclaje. En su esquema concluyeron que la energía producida no sólo le permitiría autoabastecerse, sino que los excedentes se destinarían a la iluminación de todo el predio. Además, entre sus múltiples beneficios las estudiantes también pensaron en el bolsillo empresarial. Y, si tal como lo idearon, se llegara a concebir una \"ley de residuos\", aquellas industrias que colaboren con la tarea de reciclaje tendrían abierto el camino para lograr una reducción de sus impuestos.
Más claro lo explica Martino: \"Los materiales de construcción producidos por la planta de tratamiento utilizarán materias primas de bajo costo: los residuos. La venta de esos materiales permitirá reducir los impuestos y los gastos comunes que actualmente tiene el parque\". La planta promueve el uso de materiales reciclados y de bajo impacto, como policarbonatos en exteriores al igual que maderas y plásticos reprocesados en estructuras y cerramientos, respectivamente. Por otro lado, la idea también apunta a revertir una práctica afincada en la industria, que es tirar lo que sobre. “Si los empresarios asumen que un vertedero no controlado es en realidad una mina de oro porque la basura puede reutilizarse como materia prima que no tiene costo, probablemente su manera de tratar los residuos será otra”, explicaron.
Todo está pensado en función del ambiente: sistemas de climatización natural con chimeneas y colectores solares, así como fachadas ventiladas. Abastecimiento de los tanques de agua a partir de energía eólica. Diseño de techos que prevén la recolección del agua de lluvia para ser reutilizada, junto a las aguas provenientes de lavabos, duchas y de la limpieza de las instalaciones industriales, en los procesos de producción y riego de los espacios verdes. Para ello, las arquitectas propusieron un sistema de saneamiento natural con lagunas de fitodepuración, tal como se denomina a la capacidad que poseen algunas plantas para extraer del suelo las sustancias tóxicas que éste contenga o acumule.
El principal inconveniente que enfrenta el proyecto es el costo inicial de importar maquinarias y nuevas tecnologías para encarar la renovación industrial. Sin embargo, la perspectiva es otra si se logra que los empresarios asuman que no se trata de un gasto, sino de una inversión que a mediano plazo permitiría el ahorro en materias primas y, a largo plazo, generaría ganancias por la venta de los productos reciclados. De la mano del principal inconveniente aparece también la apuesta esencial de las arquitectas. \"Se trata de concientizar a los industriales y a la sociedad en general acerca del beneficio que significa minimizar y reciclar los residuos\", explicaron. Y concluyeron: \"Así se plasma el concepto de ‘ciclo de vida’, donde todas las materias, después de cumplir su función, pueden ser reutilizadas para consumar otro destino\".