Las actividades de la Universidad de Formosa se desarrollan en "un marco carente de controles". La frase centellea desde las páginas de un informe inédito de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), al que Clarín tuvo acceso: un extenso listado de anomalías administrativas y académicas detectadas en la mismísima sede de la UNaF: sin siquiera tener que viajar a Madrid o Tierra del Fuego.
En un llamado "informe de ambiente de control" (documentos donde la SIGEN audita a quienes a su vez deben auditar cada institución) el documento arranca con tono inquietante: los informes de la auditoría interna de la UNaF "carecen de profundidad suficiente". Y que las amonestaciones de años anteriores efectuadas por la SIGEN a dicha Universidad no encontraron eco alguno en sus autoridades. Entre los señalamientos realizados en años anteriores a 2004, cita:
No haber definido cuáles son sus programas presupuestarios ni sus destinatarios o metas. La política presupuestaria se confecciona sin pedir información previa a las unidades que luego la ejecutarán.
Un alto porcentaje de docentes dados de baja sigue cobrando sus haberes.
Que se han comprado bienes de capital sin la intervención del área de Patrimonio y que los mismos no suelen ser inventariados ni, por lo tanto, incorporados al patrimonio de dicha universidad estatal.
Que se pagaron viáticos sin su correspondiente rendición, que hay anomalías en las rendiciones de caja chica, que se pagaron incentivos docentes sin recibo alguno y se presentó documentación en la que los montos abonados no coinciden con los de los comprobantes.
Que en el programa "Nuevas ofertas académicas" los fondos recaudados nunca se depositaron en una cuenta bancaria oficial. Además, se pagaron "gestiones educativas" con cheques al portador, y sin realizar retenciones del impuesto a las ganancias (evasión impositiva). En este programa, además, se pagaron viáticos que exceden, en mucho, la escala vigente prevista para los mismos. Además, no se llevaron libros de actas de los exámenes de los alumnos.
Que se entregaron becas de trabajo y capacitación a docentes y agentes de la institución cuyos antecedentes o formación no están encuadrados en ninguna de las normas vigentes en la universidad.
Que, aun tratándose de una universidad nacional, se cobraba por cursar algunas carreras de grado (concretamente, la Licenciatura en Educación Física y la Licenciatura en Historia). En dichas carreras, además, se detectó la ausencia total de reglas para la contratación y pago a los profesores.
Que en el posgrado (pago) de Especialización en Docencia Universitaria, los recursos recaudados no fueron rendidos a la Tesorería de la Universidad ni depositados en una cuenta oficial de la Universidad.
Que en la Licenciatura de Geografía se registra el pago de honorarios a los docentes, sin adjuntar factura alguna de los mismos. En esta misma se pagaron viáticos sin presentar rendiciones de los mismos.
En pocos días, un equipo de auditores de la SIGEN desembarcará en este "marco carente de controles" que es hoy la Universidad Nacional de Formosa: un lugar creado para crear oportunidades y educación, que hoy huele a Macondo.
Alejandra Toronchik. atoronchik@clarin.com