—¿Esto significa que vamos hacia la derogación de las leyes menemistas de Educación Superior y Federal de Educación?
—Yo no diría derogación, sino que vamos a un debate donde participen todos los sectores y acuerden qué hay que cambiar de esas leyes: la ley entera, una parte, lo que corresponda.
—¿Qué otros pasos planean, ahora que ya llevaron la ley al Senado?
—Si contamos con los recursos que fija la ley, podemos pasar de las medidas de emergencia, que tomamos al iniciar la gestión a cambios estructurales profundos. Por ejemplo, una meta central: lograr la calidad educativa.
—¿A través de qué medidas?
—En principio, necesitamos que haya condiciones comunes para la formación de todos los docentes argentinos. Esto implica jerarquizar la carrera con parámetros de calidad que se apliquen en todo el territorio nacional. Y consolidar el Instituto Nacional de Formación Docente, para que todos los docentes no sólo reciban una formación de calidad y equiparable en todas las provincias, cuando comienzan su formación. Sino que también se les asegure una formación continua de esa misma calidad, a lo largo de toda su carrera. Eso, y por supuesto mejorar las condiciones de educabilidad de todos los chicos argentinos.
—¿Lo sorprendió tanta gente en la presentación de la ley?
—Es la primera vez que veo sentados en la misma fila a todos los gremios docentes juntos (UDA, CTERA, AMED y SADOP), a la CGT y la CTA, a los grandes dirigentes empresariales con los artistas... No sólo hubo adhesión sino también una participación activa y fuerte en los días previos. Puede ser que la Argentina esté dando una vuelta de página en la historia.
"Esta ley es el mejor homenaje para Sarmiento y nuestros docentes"
Lo dijo el ministro de Educación, Daniel Filmus, al presentar ayer, en Casa de Gobierno, la ley que prevé aumentar para 2010 la inversión en Educación, Ciencia y Tecnología del 4 al 6% del PBI.
Desde el primer minuto en que nos tocó gobernar esta Argentina (...) pensamos cómo dar las respuestas que el pueblo argentino necesitaba, con un proyecto educativo que sea el eje de la transformación de este país". Así presentó ayer el presidente Kirchner un proyecto de Ley de Financiamiento Educativo, que propone destinar un porcentaje creciente del Producto Bruto Interno a la Educación, hasta alcanzar el 6% del PBI en 2010. Un porcentaje que, si se aplicara al PBI actual equivaldría a unos 10.000 millones de pesos. Pero que, en virtud del desarrollo económico podría duplicarse.
El Salón Blanco de Casa de Gobierno, se vio desde temprano atestado por una convocatoria política infrecuente, lo que llevó a habilitar un salón contiguo, donde los presentes siguieron el acto por TV. Allí estuvieron todos los gobernadores (excepto Alberto Rodríguez Saá), figuras centrales de la cultura y los derechos humanos, como Ernesto Sábato y Adolfo Pérez Esquivel, representantes de las comunidades católica, islámica y judía, la CGT y CTA, los gremios docentes, rectores universitarios y representantes del empresariado.
Acompañado por su esposa, la senadora Cristina Fernández, el vicepresidente Daniel Scioli, el jefe de Gabinete y los ministros de Educación y Economía, entre otros, Kirchner propuso, sugestivamente, un debate para el año próximo "abierto y no corporativo" para reformar las actuales leyes Federal de Educación y de Educación Superior, promulgadas por el menemismo y repudiadas por los más diversos sectores (ver Recuadro): "Queremos una ley de Educación —dijo— que nos ayude a construir un país donde los argentinos nos sintamos todos contenidos".
A su lado, el ministro Daniel Filmus sintetizó el espíritu de la ley y del fuerte apoyo recibidos: "estamos ante una ley que no se refiere sólo a aspectos de la educación, la ciencia y la tecnología, sino que se refiere a la Argentina del futuro". Y llamó a rendir "el mejor homenaje que podemos hacerle a Sarmiento y a nuestros docentes e investigadores, que tan duramente trabajan día a día, es avanzar en esta ley, cumplirla y (...) construir el país que todos ellos se merecen".
"Cuente con el respaldo y el apoyo de todos nosotros", afirmó el gobernador José Manuel de la Sota, uno de los oradores. También habló el dirigente de CTERA, Hugo Yasky, quien —además de recordar la 'Noche de los Bastones Largos', y a los maestros desaparecidos durante la dictadura militar— aseguró que "nosotros vamos a apoyar y vigilar que esta ley se vote y se cumpla".
Ayer se conoció el texto final del proyecto legislativo, que confirma y amplía algunos de los puntos que Clarín anticipó:
El Estado Nacional proveerá el 40% de los aportes, mientras el 60% restante deberán aportarlo las provincias (actualmente la relación es de 22% y 78%). Los fondos provinciales se destinarán básicamente a sueldos docentes, aumento salarial y jerarquización de la carrera profesional. La ley fija penalidades para aquellas que no cumplan lo pactado, como la retención de los fondos de coparticipación.
El Fondo de Incentivo Docente (FONID) se prorrogará durante cinco años. Pero, paralelamente, la Ley fija la creación del Fondo de Compensación salarial docente, para aquellas provincias que, aún haciendo un esfuerzo real y concreto por mejorar las condiciones educativas y salariales, necesiten recibir un respaldo extra.
Los fondos se destinarán, entre otras cosas a garantizar un mínimo de 10 años de escolaridad obligatoria, universalizar el nivel medio/polimodal, erradicar el analfabetismo en todo el territorio nacional, fortalecer y jerarquizar la educación técnica, la formación docente inicial y continua, la educación universitaria y la investigación científica y tecnológica, entre otros puntos.
Alejandra Toronchik. atoronchik@clarin.com
Casi un acto de campaña
Faltó alguien? El que no asomó por la Casa Rosada adhirió a la distancia. Tal es el consenso sobre la necesidad de rescatar la educación de su estado de emergencia, que el Gobierno pudo darse ayer el lujo de reunir en plena campaña electoral a sectores y personajes absolutamente incompatibles en cualquier otra circunstancia. El compromiso leído en la ocasión resulta emblemático. Junta puntales de la pedagogía liberal (Avelino Porto y Alfredo van Gelderen) con abanderados de la escuela pública (CTERA), pasando por la primera línea empresaria (firman el mayor exportador mundial de caramelos, Luis Pagani, y los "Grobo", principales productores locales de soja) y organismos de derechos humanos. La lista incluye irreconciliables popes sindicales: Hugo Moyano (CGT) y Víctor de Gennaro (CTA). El acto se enmarcó en nostalgias setentistas que tanto agradan a los Kirchner. No hizo falta decirlo para que se percibiera un costado electoral, con la presencia de Cristina, principal candidata oficialista, en primerísimo plano.
Marcelo Helfgot
Clarín-Sábado 10: Reformar la ley federal, el próximo paso
"Ahora avanzaremos hacia la homogeneización de los diferentes sistemas educativos con que hoy se enseña en el país. Y que anarquizaron la educación argentina, convirtiéndola en un verdadero archipiélago con 53 sistemas diferentes", dijo ayer, en diálogo exclusivo con Clarín, el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus.