Aunque mantienen una postura crítica sobre la oferta de aumento salarial que elevó el Gobierno, los docentes universitarios de CONADU de Rosario levantaron el paro iniciado el lunes pasado y ayer volvieron a las aulas. Así, regresaron a clases en las doce facultades y en los tres colegios que dependen de la Universidad Nacional de Rosario (UNR): el Politécnico, el Superior de Comercio y la Agrotécnica de Casilda.
La consulta impulsada por el gremio local a todas las unidades académicas arrojó un mandato claro: aunque en su mayoría los profesores pretendían continuar con las medidas de fuerza —el 72 por ciento se inclinó por esta postura—, finalmente aceptaron una tregua hasta el próximo jueves, cuando se realizará un nuevo plenario nacional en Buenos Aires.
Hasta ese día no se adoptarán medidas independientes, ya que el 74 por ciento quiere respetar las disposiciones de la Confederación Argentina de Docentes Universitarios (CONADU), que suspendió las huelgas en todo el país. Al menos hasta el jueves 15. En Rosario nadie se atreve a confirmar si la actividad académica continuará luego de ese plenario o volverán los paros.
"No hay nada definido porque se está observando que la propuesta del gobierno cada vez cuenta con más rechazos en distintos puntos del país", comentó el dirigente gremial rosarino Gustavo Brufman.
A pesar del acuerdo que firmaron CONADU y CONADU Histórica con el Gobierno, el malestar en esta ciudad es evidente. Si bien aceptaron levantar el paro, el 80 por ciento de los consultados consideraron "insuficiente o inaceptable" los aumentos prometidos por el Ministerio de Educación de la Nación.
El gremio docente considera que el acta firmada entre las dos centrales gremiales no garantiza los 800 pesos para el cargo testigo, la renta para los trabajadores ad honorem y la jubilación con el 85 por ciento móvil.
"Teniendo en cuenta todo el paquete que forma parte de las reivindicaciones que nos movilizaron, es demasiado poco lo que el gobierno ha otorgado", afirmó Brufman.
CORRESPONSAL ROSARIO
 
Tucumán, en conflicto
En el rectorado de la Universidad Nacional de Tucumán se baraja la posibilidad de pedir a la Justicia federal que obligue a los docentes —que esta semana resolvieron continuar el paro hasta el 24— a dictar clases. Piensan en un recurso de amparo por violación al derecho de aprender.