Ya han pasado por los escenarios santafesinos espectáculos porteños como Pedir demasiado, de Griselda Gambaro y La Madonnita, de Mauricio Kartun. También hubo espacio para obras del interior del país. El criterio para la selección de puestas fue que la programación abarcara una amplia gama —que incluyera espectáculos de Buenos Aires, de las provincias y también internacionales—, según explicó Luis Novara, coordinador de Cultura de la UNL.
El jueves, en el teatro Municipal 1ø de Mayo, se representaron dos obras. Hasta la exageración (o ir nada más que hasta el fondo, por el grupo Hijos de Roche, de Rosario, y Quinotos al Rhum, por el grupo Segundo Triunvirato, de Córdoba, con localidades a $6. Ambas obras han participado este año de la Fiesta Nacional de Teatro, que se realizó en la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe, con muy buena repercusión —y esa fue la razón por la que fueron convocadas nuevamente, ahora para este encuentro—.
Dos actrices sobre un escenario casi despojado arrancaron carcajadas en la platea de la sala Leopoldo Marechal —la más pequeña de las dos con las que cuenta el teatro, con capacidad para 70 personas—, que estuvo colmada (incluso hubo quienes presenciaron la función de pie). Hasta la exageración es una pieza breve; presenta a sus dos personajes en una situación bastante especial: la de un secuestro. Pese a ser un tema vigente y doloroso, aquí es abordado desde la óptica del humor.
Al comienzo de la representación, Beba, la joven secuestrada, está con los ojos vendados; enseguida llega Rita, su captora, y le anuncia que alguien la vino a buscar. Beba se ilusiona, pero pronto se decepciona porque ha sido un engaño más de Rita, quien sarcásticamente suele decirle una cosa y cambiarla al poco tiempo. A pesar del brutal trato que Rita le prodiga a Beba, la relación entre ambas se va volviendo cada vez más familiar, pasando por distintos estados, hasta llegar al absurdo.
Hasta la exageración, con dirección de Romina Mazzadi Arro, es una buena obra, lograda con pocos recursos y bastante ingenio. Una situación de secuestro abordada desde el humor, en tiempos en los que la inseguridad es cosa seria, resulta elocuente en más de un sentido.
En la Sala Mayor, hasta hubo público en los palcos para ver Quinotos al Rhum, escrita y dirigida por Gonzalo Marull. Esta pieza de carácter posmoderno gira alrededor de hechos cotidianos —personajes que juegan al Estanciero, otro que prepara un licuado, alguien que mira televisión—, e incorpora una sucesión de absurdos que la vuelven disparatada. Q compra \"en liquidación\" tres kilos de helado de quinotos al rhum. Rosario come un kilo y se intoxica. Entonces llaman al servicio de atención al cliente de la heladería Elvio. A partir de entonces, todo se vuelve imprevisible. Un espectáculo que presenta una buena cuota de intertextualidades cinematográficas y muchas dosis de humor, con niveles de actuación parejas y meritorias.
Este emprendimiento de la Dirección de Cultura de la UNL, el Argentino de Teatro, se suma a las demás actividades culturales que propicia ese organismo. Por lo pronto, el sábado 18 comienza aquí la sexta Bienal de Arte Joven y proyectan que el Argentino de Teatro, a partir de ésta, su primera edición, se realice anualmente.