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Clarín-Sábado 17: Centros de estudiantes, con sala propia

Los directores estarán obligados a habilitarles un lugar para su funcionamiento. Los alumnos podrán participar en la elaboración de las estrategias académicas.

Distante del fervor revolucionario de los '70 y de la anomia de los '90, los jóvenes buscan su espacio de participación en la comunidad educativa. Acaba de aprobarse el modelo de estatuto para los centros de estudiantes de la provincia de Buenos Aires. Los alumnos de la Escuela Secundaria Básica (que reemplaza al 3er ciclo de EGB) y del Polimodal quedarán habilitados para la participación orgánica en cuestiones de conducta y en las estrategias académicas de cada escuela.
Se aplicará en 2.384 escuelas e involucra a 744 mil adolescentes. La norma habilita el derecho de opinar y proponer. Algunos estarán entusiasmados, otros comprometidos y un segmento importante permanecerá en los márgenes del interés colectivo.
Aún así, la campaña, la disputa del voto en las listas y el funcionamiento de esta representación formal no resultará extraño para ningún pibe de entre 12 y 18 años. La medida rompe con algún formato tradicional que limita el rol del alumno al cumplimiento positivo de cada cátedra. "Estudiantes, estudiantes a estudiar", como refería la antigua marcha. Parece que ahora quieren algo más. "Reconocemos la necesidad de generar espacios institucionales de diálogo", dijo a Clarín, el director general de Escuelas, Mario Oporto.
—¿Los centros podrán decidir sobre el dictado o permanencia de un profesor en la cátedra?
"La idea no es ésa. Precisamente, la adopción de modelos democráticos privilegia el consenso, la persuasión y las resoluciones racionales de los conflictos", asegura Héctor Calla, director provincial de políticas socio-educativas.
En estos días, el gobierno de Felipe Solá ensaya cambios en el sistema educativo, en declive por multiplicidad de causas: deterioro social extremo, presupuestos agotados, infraestructura insuficiente y políticas erráticas de los funcionarios. Resultado: los estudiantes llegan a la universidad con conocimientos limitados para el ingreso.
Los gobernantes admiten la falla e intentan modificaciones sin garantías de éxito. Esta semana fue anunciado el plan de estudios para el nuevo secundario en la provincia, que prioriza las "ciencias duras" (Matemáticas, Física, Química y Lenguas). El estado provincial apunta a optimizar la calidad educativa. Y con los centros de estudiantes instala la posibilidad del "pensamiento reflexivo, el discernimiento valorativo y los criterios éticos", como menciona la normativa.
Los estudiantes, a su modo, ya realizan este ejercicio ciudadano. De hecho, 300 centros funcionan informalmente en los distritos bonaerenses. También crean sus espacios públicos de manifestación: ayer marcharon por las calles de La Plata 3.000 alumnos de colegios en recordación de la "Noche de los Lápices", el episodio histórico que reivindica el boleto estudiantil y que provocó la desaparición de los jóvenes que peticionaron ese beneficio ante las autoridades de la última dictadura militar.
 
Retiran cruces de una Universidad
En la Facultad Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo (UNC) los crucifijos colgados en el edificio crearon un foco de resistencia estudiantil. Desde la semana próxima, diez de esas cruces serán retiradas de las aulas, según un acuerdo entre alumnos y autoridades. Una de esas cruces tiene dimensiones más grandes y fue entronizada en el Aula Magna en 1992 en celebración del Quinto Centenario de la evangelización, y está bendecida por Juan Pablo II. (Foto: Coco Yáñez)
 
Boleto estudiantil
El Gobierno bonaerense anunció ayer la firma de la resolución que fija la tarifa del boleto estudiantil en diez centavos, luego de que la Cámara de Transporte advirtiera que la medida no estaba en vigencia. El beneficio estará destinado al traslado de alumnos de escuelas públicas.
Fabián Debesa. LA PLATA. CORRESPONSAL laplata@clarin.com

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