El aumento tendrá vigencia con retroactividad al 1° de enero de 2005, y se espera que los docentes comiencen a cobrarlo alrededor de los últimos días de marzo, junto con sus haberes del mes.
La medida fue anunciada durante un acto en casa de Gobierno, donde estuvieron presentes el presidente Néstor Kirchner, los ministros de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus y de trabajo, Carlos Tomada, además del secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, la mayoría de los rectores de las universidades públicas y representantes gremiales del sector.
El incremento salarial será de $ 150 para cada cargo con dedicación exclusiva, $ 100 para las dedicaciones semi exclusivas, $ 50 para los de dedicación simple y $ 100 para cada cargo preuniversitario. Por su parte, los no docentes recibirán un aumento de $ 100. La medida alcanzará a unos 128.768 cargos docentes universitarios y preuniversitarios y 37.600 cargos no docentes. De este modo, un profesor titular sin antigüedad, con dedicación exclusiva pasará de ganar $ 855 a $ 1.354, es decir, que recibirá un 58% de aumento en sus haberes.
El año pasado —por primera vez luego de doce años de congelamiento salarial en todas las universidades públicas— el Gobierno otorgó dos aumentos salariales en julio y septiembre, \"que continúan con esta nueva medida tendiente —según explicó el Ministro Filmus a Clarín— \"a rejerarquizar la Universidad y a sus docentes\". Y que forma parte de un programa de cuatro años que apunta a duplicar la cantidad de profesores con dedicación exclusiva de todo el país, \"que actualmente apenas alcanzan al 22% del cuerpo docente nacional\".
En este sentido, Filmus señaló que la Argentina debe lograr un equilibrio en la cantidad de profesores de dedicación exclusiva y los que no lo son, \"ya que en algunas profesiones es bueno que sigan vinculados al mercado del trabajo y sus permanentes innovaciones, mientras que otros deben tener una dedicación full time a la actividad universitaria, como los investigadores\".
El aumento será de carácter no remunerativo y no bonificable, algo que fue aceptado por la mayoría de los sectores gremiales, ya que —como explicó a Clarín Daniel Ricci, secretario General de los docentes de la Universidad de Buenos Aires, \"las cargas sociales absorben un 33% del total de los sueldos y en un primer momento es mejor que este dinero vaya directamente a las manos de los docentes. Pero —aclaró— está previsto seguir las conversaciones para que estas cifras se vayan blanqueando hasta incorporarse al salario básico\".
En medio de un ambiente festivo, donde no faltaron los apretones de manos y las fotos entre el presidente Kirchner y los rectores, el aumento recibió el apoyo de las autoridades académicas y gremiales presentes. El presidente del Consejo Universitario Argentino, y rector de la Universidad Nacional del Sur, Luis María Fernández, dijo hablar en nombre \"de la comunidad universitaria\" y consideró este aumento como un \"reconocimiento al sistema universitario en tanto herramienta de desarrollo\". Además, consideró que esto permitirá atraer a la universidad nuevos y jóvenes profesores.
Desde la Universidad Nacional del Litoral, el rector Ingeniero Mario Barletta fue una de las pocas voces discordantes junto con los gremialistas de la CONADU histórica (Ver \"La mayoría...). En diálogo telefónico con Clarín, Barletta consideró que el aumento es insuficiente \"si se lo compara con otros sectores de la administración pública\" y aunque ratificó su total reconocimiento a la actual gestión educativa, pidió en cambio que quienes manejan la economía comiencen a darle a la ciencia, la tecnología y la educación \"la importancia estratégica que tienen en el desarrollo nacional. En 1994 ya estábamos mal y el presupuesto universitario recibía el 4.4% de la recaudación total, en tanto que ahora la recaudación ha crecido y en 2004 recibió sólo el 2.7%\", aclaró.
La mayoría de los representantes gremiales aplaudieron el aumento, \"como un paso más que significativo en la recuperación salarial de los docentes universitarios, teniendo en cuenta que partimos de un piso muy bajo luego de diez años de congelamiento salarial\".