En la primera huelga nacional hecha al gobierno de Néstor Kirchner, los maestros hicieron sentir fuerte su descontento. Columnas de todo el país marcharon hasta el Congreso para solicitar una reunión con las comisiones de Educación de ambas cámaras. Y entregaron una propuesta de Ley de Financiamiento Educativo que destine el 6% del Producto Bruto Interno para la Educación (actualmente es del 4,5%).
La marcha fue masiva: muy superior a la estimación oficial de dos mil personas, pero algo menor a los diez mil manifestantes que calculó CTERA. La adhesión al paro, en tanto, fue fuerte: del 90% a nivel nacional, según el gremio. Fuentes del Ministerio de Educación hablaban anoche de bastante menos (un promedio de 35%, sobre todo porque en Tierra del Fuego, Santa Cruz o Chubut la actividad fue casi normal), pero admitían que tuvo gran repercusión en los grandes centros urbanos.
En la provincia de Buenos Aires, por caso, pararon todos los docentes de escuelas públicas. Es que los dos sindicatos más poderosos en número de afiliados, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y el "ceterista" SUTEBA, que suelen integrar el Frente Gremial, se acoplaron a la medida. El gremio de los privados, SADOP, no adhirió.
Un caso destacado se dio en Salta, la provincia que mantuvo el conflicto docente más prolongado del año. Allí, donde no hay delegación de CTERA, se acordó realizar una adhesión simbólica a la medida de fuerza nacional, para que los alumnos no perdieran más días de clase, puesto que ya perdieron 47.
Ayer, Hugo Yasky, titular de CTERA, volvió a recalcar que el paro no fue de un ataque al presidente Néstor Kirchner ni al ministro de Educación, Daniel Filmus, "sino un llamado a poner en acción el coraje político" del primer mandatario. El gremialista hizo un paralelo con la forma en que este Gobierno manejo el tema de los derechos humanos: "Así como hubo un ajuste de cuentas con los genocidas, ahora tiene que haber un ajuste de cuentas con los que destruyeron la escuela pública".
En realidad, la dirigencia docente tiene un objetivo: evitar que se vote el Presupuesto 2006 sin que se haya asegurado una inversión pública capaz de evitar el alto nivel de conflicto (por salarios, condiciones edilicias y becas) que sacudió este año a quince provincias. "Las declaraciones de un ministro no son suficientes para asegurar estas inversiones —mascullaban ayer fuentes de CTERA—. Sin ley, cuando se va el ministro también se evaporan las promesas".
En el Palacio Pizzurno, las cifras del bajo acatamiento de algunos distritos produjeron expresiones de alivio. A última hora de la tarde, el ministro Filmus aseguró a este diario: "el jueves volveremos a sentarnos a dialogar con los gremios. El paro no cambió nada, porque la ley es una decisión del Presidente, y un proyecto que surgió del Gobierno y no de los gremios: lo mismo que la ley de los 700 pesos y la del incentivo. Y se hicieron sin ninguna huelga".
La otra marcha: La noche fue para los universitarios
"Hace años que no somos tantos reclamando por la educación en la calle", decía la voz del altoparlante que guiaba la marcha. Atrás, cuatro cuadras compactas de estudiantes universitarios y de colegios secundarios marchaban en reclamo de la anulación de la Ley Federal de Educación, la triplicación del presupuesto educativo y un aumento de los salarios docentes.
Las distintas delegaciones comenzaron a nuclearse a las 18 en la Plaza Houssay. A las 19, la columna principal empezó a caminar por la Avenida Córdoba. A las 19 y 30, ya había llegado al Ministerio de Educación. Desde allí, las columnas siguieron su recorrido hacia el Congreso para finalizar en la Plaza de Mayo, donde terminaron con un acto.
La marcha fue convocada por la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y las federaciones universitarias del Comahue, Patagonia y La Plata junto con los gremios de los docentes universitarios, la CONADU y la CONADU histórica. Ayer los docentes universitarios cumplían el segundo día del paro de 72 horas que habían empezado el jueves. Los centros de estudiantes de las universidades del interior y los de las escuelas secundarias porteñas tam bién estuvieron presentes. En total, según los organizadores, hubo 10.000 participantes.
Néstor Correa, secretario gremial de la CONADU histórica, calificó a la marcha como "magnífica". "Logramos colocar en la agenda nacional la necesidad de recomponer la educación argentina", dijo.
Ivonne L'Estrange
Anexo para el Normal 9
Alumnos del Normal Nº 9 y del Liceo 7 reclamaron ayer a las autoridades que dispongan de un "anexo", para poder cursar después de la clausura judicial del edificio por falta de condiciones de habitabilidad.