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Clarín-Sábado 3: Los primeros parteros de la UBA, pioneros en un mundo femenino

Superaron los chistes y aseguran que el embarazo es algo "fascinante". 

05 de diciembre de 2005, 13:01.

Soportaron cargadas y chistes discriminatorios de todo tipo, pero ya no escuchan nada. Les gusta demasiado lo que eligieron estudiar como para darles importancia a los comentarios que buscan incomodarlos. Leandro y Francisco son los primeros parteros hombres egresados de la Universidad de Buenos Aires. Y están de lo más felices.
De todo, les tiraron de todo. Tomates. Huevos. Mayonesa... Fue el jueves a la tarde, cuando salieron de dar —y aprobar— Administración Hospitalaria, la última materia de la Licenciatura en Obstetricia en la Facultad de Medicina. Después, un poco más tranquilos —y limpios— los dos nuevos parteros contaron a Clarín cómo es esta profesión tan culturalmente femenina.
¿En qué pensaban dos chicos de menos de 20 al elegir esta carrera? "Y sí, es raro, en general la gente todavía piensa en la comadrona...", admite Leandro Lencina, 24 años, empleado en una fábrica de zapatitos de bebé. "Pero a mí siempre me pareció fascinante el tema del embarazo y el parto. Yo me había anotado en Medicina, pero me enteré que podía estudiar obstetricia y por suerte en mi casa me apoyaron y me alentaron con la idea", dice.
Es que hasta hace poco era una carrera restringida a las mujeres. Hay una ley, la 17.132 —promulgada bajo el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía y que regula el ejercicio de la Medicina—, que dice que "el ejercicio de la obstetricia queda reservado a las personas de sexo femenino que posean el título universitario de obstétrica o partera". De todas maneras, en el Ministerio de Salud explicaron a Clarín que el artículo 49 de la ley no está reglamentado, y que por eso, hoy se les da la matrícula de partero a mujeres y hombres por igual.
En la UBA fue recién en el 2000 que se permitió a los varones a seguir la carrera, mediante una resolución firmada por el entonces rector Oscar Shuberoff. Así se anotaron Leandro y Francisco. Pero en Argentina ya hay once parteros, que estudiaron en otras universidades, y la matrícula del Ministerio de Salud los habilita a ejercer en todos los hospitales del país.
Francisco Saraceno no puede borrarse la sonrisa de tanta felicidad. "Yo nací para esto, las embarazadas me pueden... tengo una debilidad con ellas increíble. No sé, me parece que necesitan contención, y que no todo el mundo las entiende, porque tienen dudas, están nerviosas, pero si uno les dedica un ratito y les habla, se tranquilizan y listo", dice el chico que, además, da charlas a futuras mamás en el Centro de Salud del Hospital Piñero.
Para Francisco —familia de abogados y médicos— no fue fácil tomar la decisión de ano tarse en Obstetricia. "Un poco me cuestionaron, pero no me importa ni la plata ni el qué dirán, así que me mandé". Francisco —también hace clearing bancario— cuenta sus experiencias en el Hospital Fernández, y sus nervios ante el primer parto: "La experiencia más impresionante de mi vida".
Para Leandro fue igual. Y jura que no paró de llorar al recibir esa nueva vida. Hablan de ese momento "sublime" y se emocionan de sólo pensar en todos los que les esperan....
Mariana Iglesias. miglesias@clarin.com

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