No tardaron en contestarle los psicólogos y los médicos de la UBA. Y también desde el Ministerio de Educación reiteraron su enfrentamiento con la postura del titular de Salud.
En diálogo con Clarín, la decana de Psicología de la UBA, Sara Slapak, valoró que el ministro González García reconozca que en la Argentina existen "problemas psicosociales muy serios". Pero aprovechó para hablarle con dureza: "Su planteo es muy poco científico y parte del desconocimiento. Pierde toda seriedad lo que dice cuando separa el lacanismo del psicoanálisis. Manifiesta un error de criterio sobre qué es la psicología. Y es grave".
Sobre todo, la decana salió a defender la calidad de la facultad que dirige: "Sería bueno que el ministro conociera el reconocimiento internacional que tiene esta institución. Es uno de los más importantes centros de formación de psicólogos clínicos. Ahora tenemos alumnos mexicanos, ecuatorianos, daneses, ingleses e italianos. Me importa que un ministro se acuerde que existen los psicólogos". Y agregó: "Pero debería tener más conocimientos sobre lo que se enseña en nuestras universidades".
La Facultad de Medicina de la UBA emitió ayer un comunicado donde calificó como "desafortunadas" las declaraciones del titular de Salud. El texto firmado por el decano, Salomón Muchnik, denuncia que, a pesar de la pauperización del presupuesto de Educación , "que se viene dando desde la década del 90, la facultad sigue siendo un estandarte de excelencia en la enseñanza de Medicina, como lo demuestra el ranking en el último concurso de residencias médicas en la Ciudad de Buenos Aires".
Poco después de conocida la postura oficial de la facultad, Muchnik accedió a hablar con Clarín, y no ocultó su malestar: "No quiero entrar en interpretaciones porque se puede llegar muy lejos. Pero sí voy a decir que cualquier cosa que favorezca limitaciones e impida entrada de estudiantes a la Universidad va a provocar un "bypass" a instituciones privadas. Y eso no resulta agradable".
El decano señaló que el ministro habló de cupo, y que lo dijo de manera subrayada. "No voy a discutir si es satisfactoria en algún sentido esa idea para el ministro —agregó—. Creo que no midió las consecuencias de sus comentarios, se extendió y habló de cantidad y de calidad. Y sobre ese aspecto no existe ningún trabajo estadístico serio en la Argentina. Por si no lo sabe, quiero aclararle que el Ciclo Básico Común de la UBA para ingresar a Medicina es muy dificultoso, y nada fácil de sortear".
Muchnik reiteró que sólo la UBA, en ejercicio de la autonomía universitaria, puede determinar qué cantidad de ingresantes aceptaría. Y sobre los niveles de calidad, aseguró, que está en condiciones de demostrar que durante la carrera de grado, "la calidad de la UBA es superior al resto". "Esto no significa que no debamos luchar denodadamente para mejorar, y para no dejar caer la calidad —opinó—. No es la que quisiéramos aunque es suficiente".
—¿Llevaría al Consejo Superior de la UBA la discusión del cupo a Medicina?, le preguntó Clarín. "No—respondió Muchnik—. Llevaría la discusión global para establecer las condiciones de ingreso y de evaluación, el número y la calidad de la educación médica para toda la Nación".
En el Ministerio de Educación buscaron manejar la polémica con cautela pero señalando su desacuerdo con la idea de instalar cupos en la UBA. Ayer fue el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, quien debió responderle al titular de Salud. "No está demostrado que el cupo sea factor de calidad. Este tema no se puede analizar sólo con consignas. Lo que sí es cierto es que los cupos generan mayor retención porque así disminuye la deserción —indicó a Clarín—. Pero cuando hay cupos lo que se vulnera es la equidad en el momento del acceso. Es una de las maneras que existen para reproducir las desigualdades sociales. Los procesos de selección deben darse adentro de la Universidad, no en la puerta".