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Clarín: Temor de la Iglesia a una reforma educativa

La Iglesia deslizó ayer su temor de que una eventual nueva Ley Federal de Educación —más allá de las cuestiones pedagógicas— deje de lado los principios básicos de la norma actualmente vigente, como el respeto a la libertad de enseñanza y el papel subsidiario del Estado.

11 de mayo de 2006, 14:07.

También la Iglesia quiere preservar el derecho de los padres a elegir el tipo de formación que quieren darles a sus hijos, y la idea de la preponderancia de los padres en el proceso educativo, así como promover la apertura de los contenidos a los valores trascendentes.

 

La preocupación fue hecha trascender a la prensa por fuentes del plenario de obispos que delibera esta semana en Pilar, en el Gran Buenos Aires.

 

Oficialmente se informó que el centenar de obispos que sesionan analizaron ayer las perspectivas que se abren ante el anuncio hecho por el presidente Néstor Kirchner al comenzar el actual ciclo lectivo en el sentido de abrir un debate para definir el texto de una nueva ley.

 

El tema se trató a partir de un informe del presidente de la Comisión de Educación Católica y arzobispo de Bahía Blanca, Guillermo Garlatti.

 

En un breve comunicado caracterizado por la mesura, y que fue leído por el vocero del Episcopado, presbítero Jorge Oesterheld, se señala que Garlatti se refirió a "los criterios a tener en cuenta con respecto al debate sobre una posible reforma".

 

Se precisa que se consideraron "las fortalezas y debilidades" de la actual ley.

 

"También se recalcó —se agrega en el documento— la importancia de los principios que deben resguardarse por el bien del hombre y de la sociedad, como un aporte de la Iglesia al bien común en el campo educativo."

 

Los informantes dijeron a Clarín que la Iglesia de ninguna manera está inquieta por las cuestiones técnicas que puedan modificarse como el EGB y el Polimodal, sino por eventuales modificaciones a principios de fondo que fueron el producto de las conclusiones del Congreso Pedagógico Nacional.

 

Aquella asamblea, realizada durante el gobierno de Raúl Alfonsín —que contó con la entusiasta participación de la comunidad educativa católica— fue para los obispos "un proceso de debate amplio y democrático".

 

El Gobierno nacional y jurisdicciones como la provincia de Buenos Aires no están conformes con muchos de los cambios que introdujo la ley y que, a su juicio, afectaron la calidad educativa.

 

El Ministerio de Educación conformó un equipo de técnicos que está trabajando en una propuesta. La Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) ya organizó tres congresos para debatir la posible reforma.

Sergio Rubin srubin@clarin.com

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